El gigante chino del comercio electrónico Alibaba anunció que ampliará su programa de recompra de acciones en un 66,7 %, desde los actuales US$ 6.000 millones a US$ 10.000 millones de dólares. En un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, el grupo explica que ya comenzó a ejecutar este plan durante este último trimestre de 2020 y que se prolongará hasta finales de 2022.
Aunque Alibaba no explica las razones por las que ha decidido tomar esta iniciativa, se trata de un punto de apoyo para sus acciones, que se han desplomado en los últimos días después de que las autoridades chinas anunciasen una investigación antimonopolio contra la compañía.
Pasadas las 11.00 horas los títulos del conglomerado en Hong Kong bajaban un 5,43 %, poniendo de relieve que la respuesta inicial de los inversores al anuncio de la empresa fue cuanto menos tibia. Esto, sumado a las pérdidas superiores al 8 % del pasado jueves, cuando los reguladores chinos anunciaron la citada investigación, supone que cada acción de Alibaba vale ahora casi un 30 % menos que en su pico del año, a finales de octubre.
Los problemas para el grupo no se limitan a una investigación que, además, se suma a la reciente multa por esquivar los procedimientos antimonopolísticos del país asiático. Embarcado en su campaña de disminución de riesgos en el sector financiero, Pekín parece decidido a poner fin a años de poca regulación para las grandes tecnológicas, en auge en ese tipo de negocio en los últimos años.
Este domingo, el Banco Popular de China (BPC, central) explicaba que, junto a otros reguladores del país, había mantenido una reunión con la dirigencia de la filial tecnofinanciera ('fintech') de Alibaba, Ant Group, en la que se acusó a la compañía de desobedecer los requisitos de cumplimiento de las normativas. “Se utilizan las ventajas en el mercado para excluir a (otros) operadores de la misma industria, perjudicando los derechos e intereses de los consumidores”, explicó en un comunicado difundido por el BPC el número dos de la institución, Pan Gongsheng.
Los reguladores exigieron a Ant mejoras en la transparencia y en la protección de la privacidad de los datos de los usuarios, que ponga fin a las prácticas de competencia desleal o que aplique “de manera estricta” los requisitos regulatorios a la hora de ofrecer productos de crédito, seguros o gestión financiera Asimismo, Ant deberá constituir sus compañías financieras “con arreglo a las leyes” y garantizar que su capital sea “adecuado” para conceder préstamos, tal y como exigen las últimas normativas del sector 'fintech' propuestas por las autoridades.
Pekín citó este tipo de preocupaciones sobre Ant -operadora de la principal plataforma de pagos electrónicos del país, Alipay, y de populares servicios de créditos en línea- cuando forzó la suspensión de su salida a bolsa, que iba a ser la mayor de la historia, menos de dos días antes de producirse.
No obstante, los analistas también apuntan a la falta de sintonía en estos últimos meses entre el fundador de
Alibaba y máximo accionista de Ant -también, el hombre más rico de China-, Jack Ma, y las autoridades financieras del país, a las que criticó duramente en público.
Con información de EFE.