Antes del brote del Covid-19 la industria de retail y lifestyle, que incluye ropa, calzado, textiles, juguetes, deportes, entre otros productos de consumo masivo, tenía una expectativa de crecer 3.3 trillones de dólares para el 2030.

El buen pronóstico que había anticipado el reporte “Redefiniendo las cadenas de suministro en la industria del lifestyle”, elaborado por The Economist Business Unit, estimó un crecimiento de 1.9 trillones de dólares para 2019, se vio modificado por la pandemia.

Luego de marzo de 2020, los países productores y manufactureros tuvieron que suspender actividades y quedarse en casa debido a la cuarentena, lo que provocó una disrupción en la cadena de suministro, sin embargo, con la distribución de la vacuna y la apertura de distintas actividades a novel global, las perspectivas vuelven a cambiar.

Especialistas de la cadena de suministro reconocen que 2021 será un año aún lleno de restricciones y retos, por eso la clave y uno de los mayores aprendizajes para las compañías, se encuentra en lograr una rápida y constante adaptación al panorama que se vaya presentando, dejando de lado, por el momento, las proyecciones de largo plazo.

Maersk, un conglomerado de negocios internacional que tiene actividades en varias áreas, principalmente en los sectores del transporte y la energía reúne a expertos para analizar la industria.

En el marco de la iniciativa Maersk Talks, webinar sobre logística en Latinoamérica, Jorge Yuste, gerente de Logística para Decathlon LATAM, dijo que “entre los principales cambios que llegaron para quedarse, está la percepción de la importancia del deporte, ahora en todos los países se empieza a plantear como una actividad esencial”.

“Vemos una gran oportunidad en el aspecto de movilidad en las ciudades, como la tendencia en el uso de bicicletas, patinetas y hasta tenis especiales que no tenían auge como ahora. Nuestras estrategias se enfocan en seguirnos orientando en el cliente, la sustentabilidad y la transformación digital”, agregó.

 Desde Maersk, reconocen que el año pasado la pandemia trajo consigo una aceleración en procesos y transformación digital en la cadena logística debido a los cambios en las líneas de producción y también a la falta de visibilidad de la demanda en los mercados. En ese sentido, la compañía destacó que juega un “papel clave” en el mercado logístico de retail y lifestyle, además la empresa global apuesta al desarrollo digital, “ya que busca cubrir de manera integral lo más importante en la actualidad para todos sus clientes: la visibilidad de la cadena de suministro, así como la percepción de la demanda”.

“Actualmente las principales dos estrategias en que vemos apostando a las empresas son la recuperación de sus volúmenes y la protección de su rentabilidad, a pesar de que los costos se mantienen fijos, muchos volúmenes de ventas han disminuido considerablemente”, comentó Borja Iglesias, director del Instituto Kaizen.

Y agregó que “como estrategia para recuperar el volumen hemos observado la implementación de diversificación, algunas empresas están buscando nuevos mercados y canales de ventas, y se encuentran mejorando procesos y productos”.

En ese sentido explicó que las compañías están apostando por mejorar los costos de la mano de obra indirecta para generar eficiencias, realizar mejoras en estructura y disminuir los costos fijos, no solo en la parte de producción u operación, sino también enfocándose en los corporativos, en las cadenas de suministro y aumentando la productividad.

Al inicio de la pandemia el consumo de productos físicos incrementó considerablemente debido a las restricciones para salir a restaurantes y otras formas de entretenimiento. “Esto hizo que las entregas se hicieran cada vez más rápidas, pero no significa que sean más sustentables”, analizan de Mersk, ya que, por ejemplo, el flete aéreo creció de manera considerable durante los últimos 6 meses, pero esta no es la manera económica de entregar el producto, sin embargo, los consumidores aspiran a tener esta rapidez.

Entre las grandes tendencias que marcó el consumo post Covid-19, es la sostenibilidad. “Los clientes y consumidores también se están inclinando a buscar marcas sostenibles, más socialmente responsables y se encuentran incluso dispuestos a pagar más dinero por productos que apoyen este tipo de valores”, expresan desde Maersk.

Y describen que ya no solo es algo bueno, sino que se ha convertido en algo necesario, incluso en la contratación de proveedores y todos los involucrados en la cadena de suministro, por lo que “es importante que las empresas empiecen a considerar esto en sus costos, inversiones y planeación”.

En ese punto Robert Van Trooijen, CEO de Maersk para Latinoamérica, reconoció que “crear una cadena de suministro más amigable con el medio ambiente” está entre las prioridades de la compañía “aunque los tiempos de entrega cada vez más cortos lo dificultan”.

“La principal pregunta es ¿cuándo salgamos de la pandemia los clientes volverán a esperar un poco más por sus productos o seguirán buscando recibirlos al día siguiente?”, dijo Van Trooijen y explicó: “en Maersk consideramos que otro aspecto importante para ayudar al medio ambiente se encuentra en la disminución del uso de combustibles que, aunque no será sencillo de lograr, nuestra meta es para 2050 poder descarbonizar al 100% el transporte terrestre de la compañía”.

La firma global anunció también que operará el primer buque de transatlántico neutro en carbono del mundo para el año 2023, siete años antes de lo previsto. Todos los futuros barcos de la compañía tendrán instalada tecnología de combustible dual, lo que permite operaciones neutrales de carbono y operaciones con aceite de combustible de azufre muy bajo estándar (VLSFO).

“La ambición de A.P. Moller – Maersk es liderar el camino en la descarbonización de la logística global”, contó Soren Skou CEO de A.P. Moller – Maersk. “Nuestros clientes esperan que les ayudemos a descarbonizar sus cadenas de suministro globales. Y estamos aceptando el desafío, trabajando en la solución de los retos prácticos, técnicos y de seguridad inherentes a los combustibles neutros en carbono que necesitamos en el futuro. Nuestra ambición de tener una flota carbono neutral para 2050 fue un reto enorme cuando lo anunciamos en 2018. Hoy lo vemos como un objetivo desafiante, pero alcanzable”, asumió el directivo. |