Con la participación del presidente Alberto Fernández como moderador, el ministro de Economía, Martín Guzmán, expuso sobre las negociaciones con el FMI, ante gobernadores de todo el país– excepto de la Ciudad de Buenos Aires-, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.

Frente a aliados de su partido y representantes de la oposición, Fernández advirtió que la Argentina “está entrando en el momento de definiciones con las negociaciones con el fondo monetario”, y describió la deuda con el organismo internacional como un problema. Sin embargo, destacó que "ajustar la economía es dejar de crecer" y aseguró "la palabra ajuste está desterrada en la discusión".

Respecto a las consecuencias del endeudamiento que contrajo el gobierno de Mauricio Macri, expresó que generó condicionamiento y describió que “en el mejor de los casos” se deberá pagar en un plazo de 10 años que, remarcó, trascenderá su gestión. “A nuestro juicio el problema de la deuda hay que verlo como una secuencia y no como un punto definitivo de llegada”, agregó.

En ese sentido repasó las gestiones que se realizaron desde que asumió como Presidente, y apuntó a los planteos que realizó en el marco del G20. “Fuimos con 3 planteos precisos: la revisión de las sobretasas que triplican lo que normalmente debería pagar la Argentina; pedimos un programa alternativo frente a la pandemia y logramos un plan para la resiliencia que confiamos en que ofrezca mayores plazos para el repago de la deuda y, finalmente, planteamos la posibilidad de que los Derechos Especiales de Giro sean negociados en forma multilateral y conseguimos que el G20 apruebe los planteos y los proponga como temas de revisión en el FMI”, describió.

Luego de esta introducción donde buscó dimensionar el problema el Presidente la cedió la palabra a Martín Guzmán, para que ofrezca información clara sobre un tema que, según confirmó, “estará presente en el escenario de la política argentina en los próximos 10 años”.

Enseguida el titular de la cartera de economía, tomó la posta para brindar detalles y, en primer término, señaló que "la diferencia medular" que separa al país de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica.

"La diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino –agregó- consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo; es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía".

En su exposición en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, Guzmán se esforzó por mostrar cuánto tensiona a la economía argentina la deuda con el FMI “para poder continuar en la senda de la recuperación”, y destacó que -de no mediar acuerdo de reestructuración- sólo en 2022 el país deberá hacer frente a US$ 28.000 millones en 2022 y US$30.000 millones en 2023, el doble del superávit comercial del país.

En ese punto, afirmó que los compromisos de deuda trazan una "situación absolutamente insostenible" y remarcó que "es necesario poder refinanciar esas deudas, porque representan la capacidad de seguir adelante con una visión de programación económica sin condicionamientos".

Antes de ceder la palabra a los dirigentes provinciales para que compartan sus puntos de vista Guzmán, resumió: "estamos negociando con el FMI poder tener apoyo internacional al esquema de política económica del Gobierno para poder llevarlo adelante sin pagar las deudas que tenemos con él; que nos dé el financiamiento para poder pagarle lo que nos prestó en 2018 y 2019".

"El acuerdo con el FMI no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo de la Argentina; hay mucho trabajo por hacer; es tan grande el problema que va a llevar años resolverlo", agregó.

En esa misma línea, dijo que alcanzar un acuerdo con el FMI "no es una cuestión de visiones sino de intereses en juego" y detalló que “los intereses de los acreedores son cobrar y si la economía argentina hace un programa recesivo, crecerá menos; la prioridad del Gobierno es que siga Argentina en la senda de la recuperación; por eso es importante que actuemos con la firmeza necesaria".

La política de precios también fue parte de la exposición que brindó el titular del Palacio de Hacienda ya que, según precisó es un punto comprendido en las negociaciones con el FMI. En ese marco aseguró que el Gobierno espera cerrar un acuerdo con el sector privado para "anclar expectativas", de inflación.

"Las expectativas son muy volátiles en una economía como la nuestra; si no se hace nada lo que puede suceder es que la inflación sea de magnitud", dijo y resaltó las acciones que lleva adelante la Secretaría de Comercio Interior para alcanzar un acuerdo de precios en los productos de consumo masivo.

Ante la participación presencial y virtual de mandatarios de todo el país – excepto de la Ciudad de Buenos Aires- Guzmán opinó que la Argentina puede aspirar a "un acuerdo bueno en términos relativos, que permita dar un paso adelante para seguir en la senda de la recuperación y tener más tiempo para resolver el problema tan grave de endeudamiento".

Por último, señaló que "en términos absolutos no existe un buen acuerdo, porque el mundo no cuenta con opciones que permitan generar un perfil mucho más suave y distribuido en el tiempo de los pagos".|