Rusia habrá dado un pequeño paso para la humanidad, pero un gran paso para el Kremlin cuando el segundo lote de vacunas Sputnik V llegue este sábado al mediodía a Buenos Aires con otras 300.000 dosis de la vacuna rusa. Sin duda, el canciller ruso, Sergei Lavrov, podrá comunicarle a su jefe directo, Vladimir Putin, que la tarea de expansión de los intereses de la expotencia soviética en el Mercosur avanzan sin prisa y sin pausa.

Y es que la vacuna Sputnik se expande por el mundo, con inoculaciones en Rusia, Argentina, Bielorrusia, Serbia, Hungría, Venezuela, Argelia y próximamente en Bolivia, Paraguay, Uruguay y hasta en Brasil. Pero Rusia también incluye en su mapa de "poder sanitario" a países como India, China, Corea del Sur, los cuales suministrarán parte de las vacunas al mundo a través la "joya de Putin", el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).

Y es que la vacuna rusa, que también ahora toca a las puertas de la Unión Europea, que planea realizar el 19 de enero la revisión científica de la vacuna Sputnik V, la primera etapa en el proceso de aprobación del medicamento, es llevada a todos lados por el RDIF. En los hechos, el RDIF, el fondo soberano de Rusia que fue creado en 2011y que tiene su base en Moscú, opera en el mundo como el desembarco financiero de los intereses de Rusia.

El RDIF es realmente poderoso: emplea a más de 800,000 trabajadores y facturan por un valor equivalente al 6% del PBI de Rusia y esta presente ya a través de acuerdos en 18 países, donde maneja una cartera cercana a los u$s 40.000 millones.

El fondo RDIF ha desembarcado en lugares muy difíciles geopolíticamente para Rusia, como Paraguay, aliado estratégico de los EEUU. El viernes pasado, por caso, Kirill Dmitriev, director ejecutivo del RDIF afirmó que “el registro de la vacuna Sputnik V en Paraguay demuestra el creciente interés de los países latinoamericanos en la vacuna rusa, la cual es segura y eficaz contra el coronavirus. Esperamos que la vacuna Sputnik V reciba pronto la aprobación en varios otros estados de la región. Estamos listos para ampliar nuestra colaboración en la lucha conjunta contra la pandemia ".

Una declaración más hecha para Washington que para Asunción. El miércoles, el RDIF firmó un acuerdo con União Química, una de las principales compañías farmacéuticas brasileñas para dotar a Brasil en el primer trimestre de 2021 de 10 millones de dosis de Sputnik V. Las primeras entregas se realizarán en enero, una medida que sorprendió a propios y ajenos, dado el fanatismo que declara el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, hacia los EEUU y sus intereses.

No son solo las vacunas, tovarich

Los rusos no solo piden que se le paguen las vacunas, sino también quieren llegar a un acuerdo de "buena fe" para invertir en dos sectores estratégicos para la Federación Rusa en el país: trenes y petróleo.

En febrero de este año, los representantes de la Embajada Rusa en Argentina, mantuvieron una reunión con el presidente de Trenes Argentinos Infraestructura, Ricardo Lissalde, debido al interés que ha demostrado el gobierno ruso en presentarse como alternativa para la construcción de las vías y trenes que unirá la ciudad de Bahía Blanca con Vaca Muerta.

El embajador de la Federación Rusa en el país, Dmitry Feoktistov, fue el primero en manifestar la intención de participar de la obra. También afirmó que el tendido y recuperación de 800 km vía entre la formación petrolera y gasífera en Añelo y el puerto de Bahía Blanca representa uno de los proyectos más relevantes en los que Rusia podría participar.

Rusia busca el aval del proyecto del tren a Vaca Muerta para lograr unir Argentina hasta Chile; este plan, les daría una segunda salida a las formaciones hacia los puertos del Pacífico, desde la punta de rieles en Zapala (Neuquén) hasta el puerto de Talcahuano, cercano a la ciudad de Concepción.

Quizás por esto el ministro de Economía, Martín Guzmán, que conoce el plan ruso, se reunió con el embajador Feoktistov en diciembre pasado, pocas horas después de que partiera rumbo a Moscú una comitiva oficial del Gobierno encabezada por la viceministra de Salud, Carla Vizzotti. Relaciones diplomáticas que la vacuna Sptunik V parece haber abierto bajo el telón de la ayuda sanitaria.