A través del director del departamento Occidental del organismo, el brasileño Ilan Goldfjan, el Fondo Monetario Internacional destacó la necesidad ante el actual contexto internacional, "priorizar a los pobres y proteger a los más vulnerables". Además, indicó que en el marco de la actual guerra en Ucrania y la coyuntura de precios internacionales, podrían cambiar los supuestos de ese entendimiento, como por ejemplo la inflación.
En relación con la Argentina, reafirmó la importancia de "la implementación del programa" acordado en marzo pasado para la refinanciación de la deuda contraída durante la gestión de Mauricio Macri y agregó también que los eventuales cambios que se puedan dar en esos puntos, serán considerados en el marco de la primera revisión que los técnicos del FMI llevarán adelante en la Argentina en mayo próximo.
El funcionario del Fondo enfatizó que "lo importante es priorizar a los pobres y proteger a los más vulnerables", ya que el precio y el elevado costo de la energía derivado de la guerra, "es temporario, como lo fue en la pandemia".
En relación con el acuerdo alcanzado entre el organismo y la Argentina para la refinanciación de la deuda por más de U$S 44.000 millones contraída en la última etapa de la gestión de Cambiemos, el director del Departamento Occidental del FMI reiteró que lo importante es la "implementación del programa".
En el marco de una conferencia de prensa en Washington, remarcó que "la metas no van a cambiar" y dijo puntualmente que esas metas son "las metas fiscales, de reservas, debido a que son los objetivos del programa" acordado con la Argentina, en la línea con lo expresado la semana pasada por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Al respecto, el funcionario argentino se había referido al acuerdo con el FMI tras la reunión con Kristalina Georgieva: "el programa económico ayuda a la Argentina a continuar el crecimiento y atacar la inflación", por lo cual "las metas no se van a cambiar" sino que "se está repriorizando la política de la protección social dado el impacto de la guerra en los precios de los alimentos".
El titular de Palacio de Hacienda explicó que en dicho encuentro se analizó que "el sendero fiscal fue en la línea de lo pactado, hay sobrecumplimiento respecto a la emisión monetaria alcanzando el 0.15% del producto" y se obtuvo "crecimiento en la acumulación las reservas internacionales".
Guzmán se mostró confiado en Washington DC de que podrá superar la primera revisión del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), prevista para mayo, como ratificó hoy el economista brasileño y también ex titular del Banco Central de Brasil.
Esta revisión será clave para gatillar el desembolso de aproximadamente US$ 4.150 millones, que servirán para cancelar los vencimientos de la deuda con el organismo por US$ 3.800 millones previstos para junio próximo, y acumular el resto en reservas.
"En Argentina hoy el nombre del juego es implementación", remarcó Goldfjan esa mañana, al igual que lo hizo en la última conferencia la titular del organismo, Kristalina Georgieva, cuando se refirió a la Argentina.
"Las revisiones son normales en todos los programas. Estamos priorizando las medidas para que las metas se cumplan", detalló el directivo.
La semana pasada, Georgieva también habló de la "recalibración" del programa que impone la coyuntura de la guerra. Esa recalibración tiene que ver con los supuestos del programa y no con las metas.
En este sentido, afirmó que "el gran riesgo es la inflación que, como saben, también ha sido empujada por factores exógenos y, por lo tanto, una gran parte de la atención será colocada en tratar de bajar la inflación a un punto en el que la gente en Argentina tenga confianza para ahorrar en su propia moneda".
Asimismo, el FMI advirtió hoy por los riesgos de la inflación en la región, tras exponer las proyecciones económicas para América Latina, que se presentaron la semana pasada con World Economic Outlook (WEO).
En un trabajo publicado en el Blog del organismo -elaborado por Goldfajn, Santiago Acosta-Ormaechea, economista principal; y Jorge Roldós, director adjunto-, advirtieron que “la guerra en Ucrania, el aumento de la inflación, las condiciones financieras más restrictivas, la desaceleración económica de los principales socios comerciales y el descontento social pueden empeorar las perspectivas de crecimiento” en América Latina.
"El crecimiento del año pasado fue de 6,8% en la región pero no esperamos que esto vuelva a ocurrir, el crecimiento está desacelerando", indicó Goldfajn durante la conferencia de prensa, en la misma línea del alerta del texto sobre los "riesgos inusualmente altos" para la región.
Se espera que América Latina y el Caribe crezcan este año 2,5%, sensiblemente por debajo del 6,8% registrado en 2021.
En este sentido, ratificó que para la Argentina se espera un crecimiento de 4% durante este año; para Brasil proyecta un alza del 0,8%; para Chile del 1,5%; mientras que para México se estima una mejora en la actividad de 2%.|