Para el economista Miguel Kiguel, el gran problema que afecta a la Argentina es la cuestión fiscal y no el bimonetarismo, tal como señaló la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El licenciado y académico advirtió que la situación es “muy compleja” ya que hay varios frentes por atender: “La tasa de desempleo es importante, la pobreza es muy alta, la inflación pareciera que está subiendo, reservas hay muy poquitas y la brecha cambiaria sigue en niveles altos”, marcó en diálogo con Rock & Pop.

Según Kiguel, el gobierno recién ahora tomó conciencia de la necesidad de cambiar un poco las políticas económicas, algo que se refleja en las emisiones de bonos atados a la variación del tipo de cambio. “Es bueno que haya autocrítica y se estén buscando cosas nuevas”, deslizó. En ese sentido, reconoció que el desafío que afronta el ministro de Economía, Martín Guzmán, “es enorme”.

Continuando con su análisis macroeconómico y retomando lo dicho por la actual vicepresidenta de la Argentina sobre el bimonetarismo, explicó que hay muchos países que funcionan y bien bajo ese formato, dando los ejemplos de Uruguay y Perú. En el país que actualmente es gobernado por Lacalle Pou, describió, “la gente gasta en pesos, pero ahorra en dólares. Y eso no significa caos. Muestra que se puede vivir con dos monedas”. Perú, otro país bimonetario, tiene “una inflación del 2%”, expuso.   

Lo que quiso representar con esto fue que "el bimonetarismo es un tema, pero no es el gran tema. Es una restricción, pero no es lo que hace que la Argentina no crezca. El problema de Argentina pasa por lo fiscal. Hoy hay gente en el Gobierno que dice que no importa emitir porque eso no genera inflación".

Por otro lado, ayer Sergio Chodos esbozó la posibilidad de que el Gobierno le pida plata al Fondo Monetario Internacional, algo que nadie del equipo económico había expresado. Al respecto, Kiguel dijo que si la gestión de Alberto Fernández llega a pedir una ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo primero le va pedir "que no la regale" o que "no la gaste como hizo el Gobierno de Macri".

Con cierto optimismo, el economista cerró: "Creo que alguna chance hay de dar vuelta la situación. Pero esto no va a ser rápido. Se necesita un plan integral".