Con las restricciones al turismo interno y precios muy por encima de lo habitual en puntos tradicionales, la alternativa de los barrios privados tomó cada vez más preponderancia entre las opciones que consideran los argentinos para el próximo verano.
Existen más de 500 barrios privados en AMBA. Según diversas fuentes consultadas, reciben a raíz de 30 llamados diarios consultando por alquileres para el verano. “La mitad del barrio ya se encuentra construido y muchas personas ya la eligieron como vivienda permanente. En los últimos dos meses se vendió más que los últimos dos años.” señala menciona Ricardo Sarinelli, Director en Haras del Sol, un barrio privado que creció el último tiempo.
La inversión en ladrillos vuelve a ser rentable y el furor por los barrios privados no hace más que confirmarlo. Además, en el contexto del confinamiento y el boom del home office se juegan otras variables. Estar en un departamento 24/7 puede impactar negativamente sobre las familias, y mucho más si tienen niños pequeños y no tienen espacios verdes cercanos.
“Un departamento en Palermo/Belgrano/Nuñez con amenities y cochera cuesta US$ 200.000 promedio. Lo mismo que cuesta en un barrio como Haras del Sol una casa de 200 m2 sobre un lote de 1500 m2.” menciona Sarinelli. La calidad de vida en estos lugares es innegable. En el caso de Haras del Sol, ubicado en Pilar, se asemeja más a un club de campo que a un barrio privado, por la extensión de los lotes y el contacto permanente con la naturaleza: cuenta con laguna con patos y decenas de especias diferentes.
Los planes para el verano
Frente a un panorama incierto, quienes planifican sus vacaciones ya están tomando en consideración otras alternativas y los barrios privados que cuentan con estas bondades son bien vistos para quienes tratan de evitar lugares de alta concurrencia por el Covid.
Sin embargo, a la hora de hablar de precios, el valor de las viviendas en los barrios privados también tuvo un aumento considerable en los últimos meses. Muchas propiedades subieron alrededor de 50% respecto del año pasado.
También se ha visto un boom por las casaquintas, que también emergen como una opción atractiva en esta coyuntura. De acuerdo con un relevamiento de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi), las "casaquintas y casas en barrios privados están al tope de las preferencias, tanto para veraneo como para vivienda permanente".
El informe elaborado por la Cámara señaló que 84% de las inmobiliarias consultadas indicó un aumento de entre 30% y 50% en los valores en dólares para alquileres temporales de propiedades de veraneo. En el caso puntual de la Costa Atlántica, el 77% de los operadores coincidieron en señalar que los valores tendrán un incremento en pesos de entre el 30% y el 50% respecto a la temporada pasada.