La "convertibilidad ampliada electoral" con los dólares financieros, el dólar ahorro y el blue convergiendo en los 150 pesos es la muralla con la que el equipo económico pretende defenderse ante el asedio de la suba de los precios que solo en enero harán que la inflación llegue casi al 4%. El "ancla cambiaria" será la principal herramienta que usará el "Guzmán Team" para tratar de que el IPC que publica el INDEC termine el año en torno al 30% como marca el Presupuesto 2021.
La razón es simple: en un año en que habrá elecciones de medio término y en un país en donde el 70% del PBI es el consumo, sería suicida ajustar a través de los salarios para no generar una puja distributiva que ponga a los sindicatos y a los asalariados como dique de contención contra el aumento de los precios.
Así lo entendieron en el ministerio de Economía y es por eso que aparte de frenar el ritmo de devaluación del peso, también le dieron expresas instrucciones a la mesa del Banco Central y su directorio - maravillas que permite la "Autonomía y autarquía" del BCRA en la Argentina- de evitar que vuelva la presión sobre el tipo de cambio paralelo, controlando también el dólar Contado con Liquidación( CCL) y frenarlo en febrero, luego que Enero de este año el “contado con liqui” aumentó casi +10%.
Para eso es que el Banco Central deberá sentarse sobre los dólares y controlar más las importaciones. Crucial será para Miguel Ángel Pesce, que lidera el "banco de bancos" lo que ocurre en Febrero- que tradicionalmente es un mes malo para la venta de productos del agro- con la liquidación de exportaciones, ya que por los precios y cantidades esperadas para la cosecha 2020/21 el valor de las exportaciones de Cereales, Semillas y Frutos Oleaginosos, Harinas, Aceites y Derivados rondaría los USD36.000 millones, es decir un 39% más con respecto al valor exportado en 2020. Dólares que el BCRA espera como agua en el desierto.
Los economistas que rodean a Guzmán son optimistas: dicen que aunque los exportadores se sentaran sobre lo silobolsas y esperaran una devaluación para vendes sus granos, con un ritmo de liquidación bajo similar al de 2020 (78%), el ingreso de divisas en 2021 sería de USD28.157 millones, que comparado con los USD20.251 millones de 2020 arrojaron una diferencia de USD8.000 millones que iría directo a las reservas netas blindado aún más al gobierno en materia cambiaria y alejando las expectativas de devaluación.
Con ese cuadro de situación, y con una economía recuperándose, el consumo aumentando y salarios ganándole a la inflación, en el gobierno creen que un cepo más duro de hecho - pero no de derecho, es decir, que no se exprese en restricciones de compra de dólares pero si en un mayor cuidado de las importaciones- será la forma de anclar las expectativas inflacionarias.
Una estrategia que con un posible acuerdo con el FMI antes de las elecciones de 2021 y con una cosecha que promete ingresos, parece imponerse como ineludible y no solo como razonable.|