La suba del 27% registrado en noviembre representa el triple de lo que arrojó la inflación de octubre, alertaron entidades de defensa del consumidor y asociaciones de farmacéuticos, ajuste que no sólo pega en la línea de flotación de los sectores socioeconómicos más débiles, como las personas sin obra social o prepaga, y los jubilados y pensionados, sino que también conspira contra los planes del gobierno de seguir reduciendo la inflación en noviembre, como ocurrió en octubre.
Frente al inquietante escenario, funcionarios de la Secretaría de Comercio y del Ministerio de Salud mantuvieron el último jueves una reunión con las principales cámaras de la industria farmacéutica para abordar los fuertes aumentos. Durante el encuentro, el Gobierno propuso retrotraer los precios en base a las listas vigentes al 6 de noviembre, dejando sin efecto los incrementos aplicados en los últimos diez días.
Sin embargo, los laboratorios se negaron a dar marcha atrás con las subas y la reunión con el Gobierno pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes 21 de noviembre, cuando haya quedado atrás el proceso electoral.
El aumento en el costo de los insumos, la dificultad para acceder a dólares por el cepo a las importaciones y la incertidumbre por el escenario electoral hicieron que, una vez finalizado el congelamiento de precios el 31 de octubre, los laboratorios actualizaran de manera inmediata sus listas de precios frente a la necesidad de recomponer sus márgenes ante el retraso que generó mantener los valores fijos por 70 días en medio del avance de la inflación.
El detalle de las subas
Los medicamentos sufrieron dos incrementos de precios en los últimos 15 días. Durante la primera semana de noviembre, se produjo una suba del 15%, y se sumó un 12% adicional en la segunda semana. Ante este panorama, la Secretaría de Comercio citó de urgencia a los principales referentes del sector.
De acuerdo con lo informado, los empresarios se comprometieron a acercar la propuesta a sus asociados, en tanto que el martes próximo se retomarán las conversaciones buscando llegar a un nuevo acuerdo.
Los laboratorios medicinales admiten los incrementos, y los adjudican al encarecimiento que vienen experimentando los fármacos importados, como consecuencia del reacomodamiento cambiario que hubo en los primeros ocho meses del año, y que desde mediados de noviembre el gobierno empezó a aplicar de nuevo gradualmente a través del denominado "crawling peg".
Pero también se advierte en el mercado que algunos fabricantes están empezando a calcular un "costo del dólar poselectoral" de unos 550 pesos, es decir, doscientos pesos por encima de la cotización actual del dólar mayorista.
En las droguerías aseguran que el primero de noviembre hubo medicamentos que subieron hasta un 25%, porque algunos laboratorios empezaron a calcular sus costos con un dólar oficial poselectoral de 550 pesos, y no de $355 como el actual.