Los economistas que piensan en el futuro del país, que rodean al presidente Alberto Fernandez, no quieren que se vuelva a cerrar todo y aventuran que un nuevo periodo de confinamiento dañaría las arcas del Estado por diferentes factores como la vuelta de programas similares al IFE y el ATP.
"Si en verdad no queremos volver atrás y queremos dar este paso hacia adelante para ponernos de pie, lo que más necesitamos es que todos tengamos responsabilidad social. Quiere decir cuidarnos nosotros para cuidar a quien tengo al lado. Porque si esto no pasa, el riesgo de que todo vuelva a paralizarse existe, y nadie quiere que eso pase", dijo Fernández y encendió todas las alarmas de los empresarios y de los propios economistas del Gobierno.
La posibilidad de que vuelvan los aislamientos, es visto para muchos de los economistas que rodean al presidente como una "catástrofe" para una economía que empezaba a salir del pozo en que se encontraba como conscuencia de la herencia recibida y la pandemia que desde marzo afecta la economí mundial.
Aunque parezca insólito, en el "trio cuarentena" (Fernández- Horacio Rodríguez Larreta- Axel Kicillof) quien más esta empujando para que no se vuelva a un "cierre total" e insiste con un "toque de queda light"es el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Cerca del mandatario provincial recuerdan el esfuerzo que se hizo durante el confinamiento y la situación de las desnutridas arcas publicas cuando asumieron el Gobierno.
El contexto
El balance de la pandemia es letal: las transferencias implicaron un 3,5% del PBI (unos $940.00 millones) que el Estado puso directamente en la economía para reemplazar la repentina caída de ingresos y gastos privados. Además, sumó otro 2% en concepto de garantías para el financiamiento del sector privado a tasas del 24% para MiPyMEs y del 0% para pequeños contribuyentes y autónomos.
Lo que se está diciendo
Debido a ese contexto de debilidad de la economía, es en lo que piensa Kicillof cuando se opone a "cerrar todo" y a redoblar las medidas de seguridad para controlar la calle. A esa opinión se suma una de las economistas que más escucha el presidente, Cecilia Todesca. Hasta el ministro de Economía, Martin Guzmán, acompaña la tesis de Kicillof sobre el toque de queda.
Las razones que esgrimen es que un nuevo encierro en 2021 hundiría el escenario que parecía ser el más favorable en términos de reservas internacionales, que es por estas horas lo que más miran los tres economistas mas importantes del Gobierno.
Y es que saben que una nueva cuarentena arruinaría lo que se logró durante el último trimestre, un combo de supervivencia, con poca actividad local, pocas importaciones, nulo turismo, y controles cambiarios. Algo que preocupa y mucho a los tres economistas que piensan el futuro del pais (Todesca, Guzman, Kicillof).
También saben que si los dólares no aumentan en el BCRA, se acumularán tensiones inflacionarias y expectativas de que los precios suban hasta un 50% este año. En esta realidad todos miran a Miguel Ángel Pesce. Sucede los dólares en el BCRA no aumentaron y las reservas, lejos de acumularse durante 2020, terminaron con un monto de 6.000 millones de dólares.
Algo que, sumado al aumento del gasto vía transferencias directas por el Covid-19 (como fueron los programas IFE ), marchitarían los "brotes verdes" que se vislumbran y terminarían con el veranito financiero y el dólar quieto. Lo que por estas horas asusta más a los economistas que el rebrote del coronavirus.