“Nos han tocado tiempos difíciles signados por crisis sanitarias, económicas y bélicas”, resumió el Presidente Alberto Fernández, al dar inicio al ciclo e sesiones Legislativas, junto a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
“Cuando empezamos a controlar la ferocidad del virus, vemos con pesar que tanto dolor y tanta muerte no han logrado conmover la ética de los poderosos que encerrados en la lógica de un capitalismo financiero que busca perfeccionar su renta, solo logra profundizar aquella desigualdad”, continuó y, en alusión a la guerra entre Rusia y Ucrania, agregó que “si el mundo no comprende que es este el momento preciso en que debemos darle una oportunidad a la paz y que debemos construir nuevas reglas que saquen de la postergación a los millones de desposeídos que apenas sobreviven, otra vez la humanidad estará siendo condenada a padecer la indecencia de los poderosos”.
Atento a la repercusión que puede generar a la Argentina aseguró que el país “es parte de ese mundo y no puede escapar al contexto en el que está inmersa”. “La guerra, en un mundo que se ha globalizado, indefectiblemente genera consecuencias sobre nuestro país”, apuntó.
Sin embargo, en un mensaje alentador, Fernández, aseguró estar “convencido” que la Argentina vive un “momento verdaderamente histórico”, un “tiempo bisagra” para “construir el país que nos merecemos” e insistió en la posibilidad de “ingresar en un sendero de desarrollo integral convirtiéndonos en verdaderos artífices de nuestro futuro”.
Aunque asumió que la inflación es aún una problemática pendiente, el Presidente destacó el crecimiento económico durante 2021, con una PBI que se incrementó 10,3 % del PBI, lo que permitió revertir la caída generada por la pandemia en 2020.
Entre los “motores” del desarrollo destacó el rol de la obra pública y dijo que existen 3.700 obras a lo largo y a lo ancho del país; la industria, que se ubicó 7 % por encima de 2019 con un 38% de crecimiento en la rama automotriz, respecto a 2019. “La producción de alimentos y bebidas tuvo en 2021 el segundo mejor año de la historia, por detrás de 2015”, describió el Presidente y agregó que el repunte de la actividad de maquinaria agrícola fue “la más alta en lo que va del siglo XXI”.
También hizo mención a la participación de las pymes industriales que alcanzaron “el mayor nivel en más de 3 años” en la utilización de la capacidad instalada y rentabilidad. “Hubo una clara política de desarrollo que convirtió al Estado en una pieza central en el apoyo a los parques industriales, al desarrollo de proveedores, a la baja de retenciones a los bienes finales, a la sustitución selectiva de importaciones y a los incentivos para inversiones, entre muchas otras iniciativas”, señaló.
Antes de anticipar los proyectos que enviará el Ejecutivo al Congreso anunció que el avanza con el FMI “el mejor acuerdo que se podía lograr”, y subrayó también que, en 2021, la inversión productiva fue 13 % mayor que la de 2019. Dentro de esas inversiones, que ascienden a US$ 57.000 millones de dólares mencionó la de la australiana Fortescue por 8.400 millones de dólares, para producir hidrógeno verde en Río Negro. “Es el anuncio de inversión privado más importante en lo que va del siglo XXI, que posicionará a la Argentina a la vanguardia de las energías limpias”, recalcó.
La construcción privada fue otro gran motor de la recuperación económica, junto a la reactivación de otras actividades como petróleo, minería y el agro con exportación récord. También ponderó el impulso de la industria del software, que hoy genera más de 135.000 puestos de trabajo registrados, una cifra 17 % mayor a la de 2019 y récord histórico.
¿Cómo puede crecer la Argentina?
En el último tramo de su discurso, y ya con medio cuerpo de legisladores de la oposición fuera del recinto, Fernández apuntó a la planificación entre todos los sectores sociales: la comunidad, la producción, el trabajo, la ciencia y la tecnología. “Los desafíos requieren continuidad de acciones y compromisos de los actores involucrados”, dijo, luego de que el bloque de JxC abandonara el lugar frente a las quejas por la deuda contraída durante la gestión de Mauricio Macri.
Entre los “objetivos realistas” que la Argentina se puede proponer para los próximos años el primer mandatario mencionó que es posible
1) Crear anualmente, solo con la ampliación de la matriz productiva, al menos 200.000 puestos de trabajo de calidad en el sector privado.
2) Poner en marcha 10.000 nuevas empresas por año.
3) Reducir la inflación año tras año, de modo sostenido y paulatino.
4) Alcanzar y superar los 100 mil millones de dólares de exportaciones sumando bienes y servicios.
“Nuestro principal desafío es salir del péndulo de políticas económicas contradictorias. Debemos darle sostenibilidad a este desarrollo integral y salir definitivamente de la famosa “restricción externa”, afirmó y aseguró que, en el mediano plazo, es posible duplicar las exportaciones. “No se trata de exportar a costa del mercado interno; se trata de exportar para mejorar la vida de los argentinos”, agregó.
Para este año el Gobierno espera que las ventas al exterior aumenten un 5% y un 13% respecto a 2021. En materia de servicios en 2021 se estiman unos 9.000 millones de dólares y también se prevé una mejora para 2022. Por eso, sumando bienes y servicios, la actividad podría representar 100 mil millones de dólares.
En este sentido Fernández definió las características del plan que desarrolló junto a su gabinete para impulsar la economía que denominó las “Nueve Misiones Industrializadoras”, que consiste en:
1) Desarrollar una industrialización verde para una transición ecológica justa. Se reemplazarán tecnologías y fuentes energéticas contaminantes por otras que reduzcan considerablemente o eliminen emisiones tóxicas. Una apuesta al hidrógeno verde, al litio, a las energías renovables y a la fabricación nacional de equipamiento, a la reconversión tecnológica, con eje en el trabajo argentino.
2) Desarrollar la explotación de los recursos naturales en consonancia con los objetivos de la transición ecológica justa, con acuerdo social y con estrictos controles ambientales ejecutados por el Estado.
3) Fortalecer la economía de la salud para lograr la autosuficiencia de insumos críticos para la producción de aparatos y medicamentos. Se avanzará en la producción de vacunas.
4) Impulsar la economía para la defensa potenciando la implementación del Fondo Nacional de la Defensa para fabricar radares, buques, drones, indumentaria, industria satelital, entre otros.
5) Modernizar a los sectores tradicionales de la industria argentina, adoptando nuevos desafíos tecnológicos, de mejora de productividad y de masiva creación de empleo.
6) Digitalizar el sistema productivo nacional fortaleciendo la economía del conocimiento. Incrementar las capacidades digitales del aparato productivo y de la sociedad, mejorando la productividad.
7) Transformar el sistema de producción de alimentos para lograr que el complejo agro-bioindustrial tenga alta intensidad en conocimiento para impulsar la producción industrial de base biológica en Argentina.
8) Desarrollar la electromovilidad para convertir a la Argentina en la plataforma sudamericana de vehículos eléctricos.
9) Duplicar las exportaciones de nuestro país, con 25 complejos productivos de bienes y servicios, que en 2021 exportaron 84.000 millones de dólares y que para 2030 pueden exportar 170.000 millones de dólares.
Para que esos nueve objetivos puedan alcanzarse, serán incluidos en la agenda legislativa los siguientes proyectos de ley:
1. Desarrollo del cannabis para uso medicinal y cáñamo industrial, que ya tiene media sanción, y permitirá generar 10.000 puestos de trabajo en los próximos años con una perspectiva federal.
2. Ley de inversiones automotrices, para estimular nuevos proyectos y crear nuevos puestos de trabajo.
3. Ley de electromovilidad, para estimular la fabricación y difusión local de los vehículos eléctricos y trabajar en la cadena de valor del litio.
4. Ley agro bio industrial, para estimular a la inversión en la cadena agroindustrial y agregar valor en las economías regionales. Con el horizonte 2030 esta ley permitirá crear 700 mil puestos de trabajo e impulsar exportaciones por 100 mil millones de dólares.
5. Ley de Compre Argentino, para fortalecer el poder de compra del Estado como elemento de tracción para el desarrollo industrial, en particular en las PYMES y cooperativas.
6. Ley de desarrollo hidrocarburífero, que amplíe el potencial de nuestra industria, sea palanca para el desarrollo industrial, la creación de empleos y el desarrollo exportador.
A esta agenda se agregarán 3 nuevos proyectos que serán remitidos durante este año:
1- Ley de Nano-biotecnología, que extienda y supere a la actual ley de Biotecnología moderna.
2 - Ley de Hidrógeno que estimule y reglamente el desarrollo de esta actividad que es presente y es futuro, y donde Argentina aspira a presentarse en un lugar de liderazgo mundial.
3 - Ley del Sistema Nacional de Calidad para dotar a nuestra producción de mayor autonomía, control y desarrollo que permita evitar los frecuentes casos en que Argentina no puede exportar productos de clase mundial.
Luego de puntear las propuestas que propondrá el oficialismo al cuerpo legislativo, Fernández le pidió al Congreso de la Nación que las “enriquezca y mejore”. “Necesitamos alcanzar con nuestras políticas todos los nichos productivos que existen”, añadió.|