Si bien desde la Unión Industrial Argentina señalan en un informe que el 2021 cerró con un incremento del 15,4% en el sector, “la primera suba luego de tres años consecutivos de caída en la producción industrial”, desde la entidad advierten que “existen ciertos elementos de incertidumbre“, tanto en el plano local como global para lo que resta del 2022.
Entre los factores que generan preocupación, se destaca que “los niveles de inflación se aceleraron durante la última parte del año anterior y hay altas probabilidades de que se mantengan durante el 2022”. Esto ya repercutió en un cambio en el rumbo de la política monetaria, con subas en la tasa de interés “que podrían encarecer el financiamiento al sector privado, que registró durante el 2021 una caída del 10,4%”.
Sucede que el crecimiento económico, según explican, consiguió “superar en niveles a otros años que no habían sido afectados por la pandemia: registró una suba de 7,1% respecto de 2019 y se ubicó casi en el nivel de 2018”. Fue el mayor nivel de producción desde 2017, quedando -3% debajo de aquel año”. Sin embargo, "la producción fabril, aún está muy lejos de los máximos alcanzados: un 12,4% debajo del máximo de 2011 y un 21,1%, medido en términos per cápita, teniendo en cuenta el crecimiento de la población”.
En medio de este panorama, el 2022 “comenzó con el impacto de la tercera ola de covid, que derivó en un mayor ausentismo”. En lo que refiere al sector externo y cambiario, el anuncio del principio de entendimiento con el FMI “es un paso necesario en la normalización de las relaciones financieras internacionales de Argentina y abre la posibilidad para crear condiciones sostenibles para un proceso de crecimiento económico”.
Aun así, la UIA aclara que “se trata de una condición necesaria pero no suficiente, para una economía que funciona con elevadas regulaciones cambiarias, con dificultades para la acumulación de reservas internacionales y dificultades para transitar un sendero de crecimiento económico sostenido”.
En otro aspecto, el plano internacional también “presenta signos de preocupación” debido a que se espera que sea bajo o nulo crecimiento de los principales socios comerciales, Brasil: 0,3% y China 4,8%, “sumado a una mayor inflación mundial, un elevado valor de los fletes y el retiro de estímulos monetarios en los países desarrollados, con subas de tasas de interés internacionales”.
Sumado a esto, la sequía junto a los focos de incendio en plena emergencia ígnea, recortaron el pronóstico de cosecha de soja, que según informan representa “el ingreso de divisas necesarias para abastecer de insumos al sector industrial”. “Con estos desafíos por delante, medidas para favorecer la recuperación de la inversión, las exportaciones y el empleo serán fundamentales de cara a la continuidad del proceso de recuperación industrial”, concluyen en el comunicado de la Unión.|