El aumento sostenido de precios confunde y desconcierta al Gobierno, que comenzará la semana con una ronda informal de reuniones con los dueños de los hipermercados y supermercados con el fin de frenar las remarcaciones.
La razón es simple: para lograr la meta oficial de inflación del 29% para 2021, planteada en el Presupuesto 2021, la inflación promedio mensual debería ser inferior a 1,7% a partir de abril, lo cual es poco probable por estas horas.
El modelo a seguir, dicen las fuentes consultadas en el Gobierno, es el de Carrefour Argentina, que lanzó los “precios corajudos” por lo que hasta el 30 de junio mantendrá fijos los precios de 1.400 productos de su marca en 22 provincias.
En el ministerio de Desarrollo Productivo creen que podrán llegar a un acuerdo similar con Walmart, la cadena ahora en manos de Francisco de Narváez, empresario de muy buena relación con Matías Kulfas. El problema, dicen por los pasillos, es Alfredo Coto, quien se niega a llegar a un acuerdo y La Anónima, de la familia Braun, la cual afirman que en principio “dicen a todo que “si”, pero después no cumple con nada”.
Quienes conocen el mercado, dicen que el enojo de Coto y otros hipermercados se debe más a lo hecho por el BCRA que por el ministerio de Desarrollo. La clave estaría dada en las bajas de tasas de interés que impulso el Banco Central, entre las cuales las que más sufrieron fueron las que emiten las entidades no financieras como algunos supermercados e hiper.
Ese negocio fue fuertemente dañado, ya que mientras que a diciembre del 2019 al menos 14 entidades no financieras cobraban tasas efectivas anuales superiores al 200%, en diciembre del 2020 sólo 4 entidades no financieras superaron una tasa efectiva anual por refinanciación de saldos superior al 100%. La pérdida, como se ve, fue grande para los super que muchas veces financian ellos a sus clientes a través de tarjetas de los propios hipermercados.
Constancia en la suba de precios
En cuanto a la inflación, los datos son más que evidentes: el primer trimestre de 2021 cerrará en torno al 11% y se mantendrá por encima del 3% por sexto mes consecutivo en marzo. Para los porteños la cosa quizás sea peor que para el resto del país, ya que a los incrementos estacionales de indumentaria y educación que sufre toda la nación, en marzo a quienes viven en CABA les suma el aumento en la tarifa del subte y taxis (CABA) y el incremento en telefonía, naftas, cigarrillos y prepagas.
Pero eso no sería lo más grave: los alimentos y bebidas volverán a crecer por encima del Nivel General y las verduras y carnes cerrarían el mes con una suba por encima de 5 %. El consenso de los economistas es que así la inflación de 2021 no sería menor al 40%.
La realidad parece ser muy distinta a lo que desean los economistas del Gobierno que fatigan los canales oficialistas. De acuerdo al índice de Precios de Supermercados del Centro Scalabrini Ortiz (IPS-CESO), que se releva todas las semanas, muestra una variación del 3,1% en los precios en góndola en la comparación con hace cuatro semanas.
Así, en la semana que paso se registraron incrementos en 41 de 74 productos de la canasta que releva el CESO (55,4%) mientras que la semana anterior se habían incrementado 36 de 74 productos (48,6%). La clave está en la persistencia de los incrementos en Alimentos Frescos y Secos. Algo que, por ahora, pese a todas las artes y oficios de los economistas del Gobierno, no han logrado detener. |