La central hidroeléctrica funciona a menos de un tercio de su capacidad instalada, lo que provoca que el Estado deba importar más combustibles para compensar la reducción. El menor caudal del afluente, que en junio estuvo en su nivel más bajo desde 1944, provoca que la represa genere este año menos electricidad que en 2020, 50% por debajo de su promedio histórico, según datos oficiales.
La central hidroeléctrica más grande de la Argentina está generando en la actualidad por debajo de los 1.100 Mw, apenas un tercio de su capacidad técnica instalada de 3.200 Mw, y con una reducción del 50% en la entrega de energía comparado con métricas promedio para esa época del año.
La menor venta de energía generada, la cual destina un 90% a la Argentina y un 10% a Paraguay también se refleja en la facturación que, de los US$ 60 millones que podría estar facturando en condiciones menos críticas de hidraulicidad, se ubicó en junio en los US$ 30 millones, y podría ser un poco inferior en julio.
En la última semana de junio, cuando se registraron días de frío polar, la central aportó 19,6 GWH/día, lo cual implicó una reducción interanual del 41,5%. Este año, el conflicto gremial en el yacimiento de Vaca Muerta en abril, que provocó la disminución en la producción de gas, y los días de frío polar a fines de junio, dispararon un alza del consumo eléctrico con relación al invierno anterior.
La incorporación del segundo buque regasificador realizada este año en el puerto de de Bahía Blanca, permitió incrementar las importaciones de gas y abastecer la demanda en los últimos meses. El aumento en importaciones de gas y gasoil, y el congelamiento de tarifas que impide reducir subsidios, está teniendo un impacto directo sobre las cuentas del Tesoro.
El Ministerio de Economía informó que en junio se destinaron casi $100.000 millones a subsidios a la energía, más del doble que el mismo mes del 2020, cuando había sido $48.685 millones. En el primer semestre los subsidios eléctricos fueron de $347.909 millones, lo que implica una aumento del 65% con relación al mismo período de 2020.
Según el INDEC, las importaciones de combustibles y lubricantes crecieron 210,6% en junio, de US$ 245 millones a US$ 761 millones, exigiendo las reservas del Banco Central. Entre enero y junio últimos, el aumento de importaciones pasó de US$ 1.432 millones a US$ 2.281 millones, lo que implica una suba de 59,3%.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) está construyendo una nueva represa, a 15 kilómetros de la principal, sobre el brazo de Aña Cuá, que permitirá ampliar la capacidad de generación entre un 9% y 20%, según el nivel de agua, dentro de cuatro años, cuando está previsto que se complete la construcción.
Pese a la afectación económica, el director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Ignacio Barrios Arrechea -durante una recorrida por Yacyretá y las obras de la lindante represa de Aña Cuá-, explicó que "esa menor facturación no afecta en los presupuestos o gastos corrientes de la empresa porque los Estados cumplen cada año con las necesidades presupuestarias".
En ese sentido anunció que "en poco tiempo se vuelve al ruedo con las actividades de aprovisionamiento y algunas tareas locales en IMPSA, y conforme a la proyección, en 2022 se empezaría a abrir la tercera máquina para rehabilitación".
Por otro lado, un informe del Centro Economía Política Argentina (CEPA) calculó las modificaciones que van a tener las facturas de electricidad y gas que no tuvieron incrementos desde abril de 2019, pese a que durante el gobierno de Mauricio Macri subieron más de un 3.000%.
Según las estimaciones, aplicando el incremento promedio en el área metropolitana de un 6% para la tarifa de gas, quien pagaba $3.000 va a pagar $3.270. En tanto que, aplicando la suba pautada para la electricidad de un 9% en promedio en el área metropolitana, quien pagaba $4.000 podría abonar $4.240.|