"Quiero que haya asado a un precio accesible para Navidad para los sectores más vulnerables", les dijo a los líderes de la industria de la carne Alberto Fernández. El acuerdo, que fue coronado por un acto donde el mandatario acompañó de forma virtual al titular del Consorcio ABC, Mario Ravettino, en el anuncio de inversiones. También apoyaron el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y el intendente Julio Zamora. La promesa del sector cárnico era meter en el mercado 40.000 toneladas de carne barata para que no faltara en la mesa de los argentinos.
Pero el acuerdo, que también incluía a las otras grandes exportadoras que forman parte del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ( Arree Beef, Swift, Frigorífico Gorina, Marfrig, Azul Natural Beef, Friar, Importadora Exportadora de La Pampa y Logros) pareció ocultar algo de lo que ya estaba ocurriendo: se liberaba carne barata para los sectores populares pero se aumentaba el precio de la carne más de un 7% y se pateaba para diciembre un nuevo "retoque" de más del 10%. En los hechos, el sector lograba así ajustar los precios como quería: casi un 20% en los dos últimos meses del año.
Todas las alarmas sonaron cuando, de acuerdo a un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se supo que el aumento ponderado de los cortes de carne vacuna alcanzó en noviembre el 7,7%, superando en 4,5 puntos porcentuales a la inflación general o IPC, que en noviembre fue del 3,2%. Así, los cortes de carne vacuna considerados “intermedios” (tapa de nalga, asado de tira, picada especial, paleta, bife ancho y angosto, tapa de asado) registraron una suba ponderada del 5,8%, en tanto los más caros (peceto, lomo, cuadril, colita de cuadril, nalga, matambre, vacío, bola de lomo, cuadrada) aumentaron 8,6%, 5,4 puntos más que la inflación global.
"Lo que le dijeron al presidente es un verso. Si yo puedo vender el asado a menos de 400 pesos es porque me rinde. El tema que están exportando todo a China. Sino le ponen cupos, va a faltar hacienda", le dijo a N&P uno de los históricos hacedores del programa "carne para todos" que renació en el conurbano en el último mes.
Otro ministro en la mira de CFK
Lo cierto es que todas las miradas volvieron a ponerse en lo hecho por la secretaria de Comercio Interior, Paula Español. Y es que a nadie del gobierno le pasaron desapercibidas las palabras de la vicepresidenta CFK en La Plata en los últimos días. "Una tarea fundamental durante el año que viene" es comenzar a "alinear salarios y jubilaciones, precios, sobre todo los de los alimentos, y tarifas", dijo la vicepresidenta desde el escenario que compartía con su hijo Máximo Kirchner, Sergio Massa, Kicillof y Fernández.
En el Instituto Patria no es un secreto las fuertes críticas que recibe Kulfas por lo hecho durante la pandemia. El lugar más flojo de la economía, afirman, fue el control de precios. De hecho, Español depende de Kulfas. Y no son pocos que piden que uno de los cambios inmediatos que piden es la del ministro de Desarrollo Productivo y todo su equipo.
"La gente de Kulfas te dice que están habilitadas más de 1.600 bocas de expendios en el país para la adquisición de las canastas navideñas y los tres cortes de carnes con descuentos de hasta el 30%, pero a los barrios populares eso no llega si no es por la acción de los intendentes y los gobernadores", se quejó ante N&P un importante líder de La Cámpora de la provincia de Buenos Aires. Una muestra que, dentro del Frente de Todos, la grieta también puede estar hecha de asado.
