La temporada de invierno atraerá a miles de turistas internos y externos a parques temáticos y nacionales, restaurantes, bares, hoteles de lujo y cabañas de alta gama, para descansar después de medio año de trabajo. Además de turistas, el invierto parece atraer a cientos de inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en busca de evasores, más que vacacionar.
Según anunció la FIP, sus ramas de la Dirección General Impositiva (DGI), en conjunto con la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (Dgrss), desplegaron más de 400 agentes, con la tarea de detectar posibles maniobras de evasión tributaria y fraude laboral en centros vacacionales, los cuales cuentan con una elevada capacidad contributiva.
Una tarea que se encuentra en marcha, desde hace una semana, y hasta ahora cuenta con un total de 335 controles impositivos llevados a cabo sobre diversos establecimientos. Como resultado de esos procedimientos, la DGI y la Dgrss detectaron "graves inconsistencias en materia laboral que junto con las irregularidades tributarias identificadas dieron lugar a 29 actas de infracción que incluyeron multas millonarias y cierres temporales de distintos locales".
Una medida para robustecer el frente fiscal
Desde el inicio de la temporada la AFIP ha tomado medidas en busca de "robustecer el frente fiscal a partir de la manifestación de capacidad contributiva de distintos sectores económicos". Esto se vio en el aumento a los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para operaciones destinadas al consumo de dólares para viajes y gastos en el exterior, cuya alícuota pasará del 35% al 45%, una forma más de aumentar el turismo local.
Lo que nos lleva a la segunda norma, el despliegue de los agentes de Impositiva en centros de hoteles de lujo y cabañas, con el objetivo de reducir la evasión y aumentar la recaudación, en medio de las dificultades que tiene el Estado para achicar el desequilibrio fiscal. Medida que llevara a cabo de distinta manera en diferentes urbes turísticas a lo largo del país.
Por eso, a través de las áreas especializadas de la DGI y la Dgrss estará presente con acciones de control de actividades recreativas y centros de Mendoza, Neuquén, Chubut y Río Negro.
En Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, San Juan, San Luis, Salta y La Rioja las tareas se concentrarán en comercios, gastronomía y alojamientos.
La AFIP además fiscalizará el acceso a parques temáticos, restaurantes y bares; cadenas de hoteles de lujo y cabañas de alta gama. Esta tarea de fiscalización y control consisten en verificaciones electrónicas y presenciales sobre la facturación de las firmas, el pago de impuestos y los medios de cobro y el cumplimiento con obligaciones de registración de empleados.
Se espera que para el final de la temporada se termine con estas medidas de control y todo vuelva a la normalidad.|