Estalló la interna entre el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Y es que a pesar que los voceros lo niegan, entre los equipos del ministerio de Desarrollo Productivo y de Agricultura empezaron a crecer los pases de facturas por la inflación de enero, la cual los economistas creen que estará en torno del 3,5% en el primer mes del año, y que anualizada podría superar el 50%.
Ahora, a la "guerra del pan" por la suba del trigo, se le suman los productores de huevos. Ya se importa huevo en polvo desde Brasil.
Y es que en una economía con precios regulados en tarifas de servicios públicos, lo que más esta impactando en el bolsillo de las familias es el precio de los alimentos, que aumentan fuerte debido a la suba del precio de los granos y la carne en el mercado internacional. El trigo es uno de los mejores ejemplos: paso de u$s 205 dólares la tonelada al inicio de la pandemia, a cerrar a u$s251 ayer en Chicago. Y el traslado a precios de esa suba amenaza con elevar 15% el precio del pan por lo que el kilo pasaría a costar no menos de 160 pesos en promedio.
La disputa por el precio de los alimentos es clave para el Gobierno de Alberto Fernández. “Por qué si producen todo en pesos los argentinos tienen que pagar el kilo de asado como lo paga un chino, un francés y un alemán porque no lo entiendo”, se quejó el presidente en publico la semana pasada luego que la Mesa de Enlace hiciera un paro de casi tres días para repudiar el cierre de las exportaciones de maíz. “Garanticen lo que el argentino consume y cobre lo que corresponde a la Argentina y al resto exporten todo lo que quieran al precio que les dé la gana. Eso me pasa con el trigo, el maíz, el girasol, el aceite y la carne”, dijo Fernández.
Pero para el mal de Kulfas y Basterra, eso no estaría ocurriendo: los exportadores no están garantizando no dolarizar sus ganancias y trasladar la devaluación y la inflación al precio final de los alimentos.
Con la carne pasa algo similar que con los granos: el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (Arree Beef, Swift, Frigorífico Gorina, Marfrig, Azul Natural Beef, Friar, Importadora Exportadora de La Pampa y Logros) le había prometido al gobierno lanzar al mercado tres cortes baratos -asado ($ 349), matambre ($ 479) y vacío ($ 459)- pero casi no se encuentran en ningún lado esos precios.
Primero la carne, después el pan, ahora los huevos
Es en ese contexto que desde Agricultura dicen que lo que acuerda Desarrollo Productivo en Precios Cuidados es incumplible para los productores y que le trae mas problemas que soluciones a la "mesa de los argentinos". Por caso, en Agricultura ponen como ejemplo a los productores de huevos. Los productores huevo del país enviaron una carta Kulfas y desde la Cámara Argentina de Productores Avícola (CAPIA) señalaron que trabajan a pérdida y que el aumento otorgado del 5,5 % fue insuficiente. “Lo más probable es que el país termine importando huevo de Brasil", dicen en la CAPIA.
Los productores de huevos dicen que la suba del maíz y la soja los dañó mucho. El enojo con Kulfas es fuerte, y los productores dicen que mientras el ministro congeló el precio a las granjas, los supermercados y gastronómicos remarcan los precios. En CAPIA le recordaron a ministro que el alimento balanceado impacta entre un 55 % a 60 % en el costo de una docena de huevos y posee 55 % de maíz y casi 30 % de soja.