El ministro de Economía Martín Guzmán no suele ser una persona demostrativa en público. Muy pocas veces se lo pudo ver con expresiones sentimentales y sólo hay una foto en sus casi 12 meses de gestión en donde se lo ve realmente feliz: con el ahora mito Diego Armando Maradona.

Pero este hombre de hablar pausado al que todos recuerdan en un principio como una especie de "ratón de laboratorio" que se quedaba en un costado en los primeros actos de gobierno hoy es uno de los tejedores de acuerdos más importantes de la administración nacional

La sala del quinto piso de Economía se convirtió en una especie de Meca. Por ahí peregrinaron y peregrinan los hombres y mujeres más importantes de la política y la economía nacional. Para muestra solo hace falta un botón: sentó en la mesa a la poderosa Asociación Argentina de Empresas con Héctor Magnetto a la cabeza para que escuchen de boca del Fondo Monetario Internacional lo que ya les había adelantado y es que no va a devaluar.

Ese tecnócrata que todos miraban de reojo cuenta con algo que es casi exclusivo en el mundo del Frente de Todos. Alberto Fernández lo ungió y Cristina Fernández de Kirchner lo adoptó. Sólo hay un sector que todavía no logra encontrar una silla y es el massismo.

Guzmán tiene una relación amable con Sergio Massa pero no le tiene confianza. Y en esa relación de falta de confianza le da por un lado y le quita por el otro. Y esto se puede ver en los fondos que destina para Aysa, hoy manejada por Malena Galmarini, la mujer de Massa, y como no suelta para Transporte, manejado por el massista Mario Meoni.

La respuesta a esto es que Malena cuando inauguró obras lo hace sola, mientras que Meoni lo hace con Massa. Y en la Casa Rosada miran con recelo que "Sergio camine tan rápido" así como en el Instituto Patria miran eso y agregan "va a las inauguraciones de Transporte y se saca fotos que sube a las redes sociales".

Eso llegó a oídos de Guzmán que, primero se negó a aumentar los subsidios para el transporte en el interior que tanto diputados como senadores le reclamaban a Meoni. Y ahora está retaceando fondos para pagar sueldos que puede llevar a una gran paro.

La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) y la Cámara Argentina de Transporte Automotor de Pasajeros (CATAP) le enviaron una carta documento al ministro Meoni en donde le reclaman una deuda y lo alerta que, si no se hace efectiva pronto, no podrán pagar los aumentos acordados con el gremio y el sindicato se lanzará a un paro nacional.

El 14 de octubre ante una audiencia realizada entre el gremio y el Ministerio de Transporte de la Nación, y con el fin de mantener el funcionamiento del transporte de pasajeros del AMBA y la paz social, se acordó que las empresas de transporte realizan un anticipo a cuenta de paritarias de $10.000 si las autoridades correspondientes realizan ajustes en los costos del sector para poder contemplar la erogación de la suma ofrecida.

La contracara de esto es que la Nación a través del Ministerio de Transporte bajaría más fondos para las empresa que operan en el AMBA, pero Guzmán no le libera fondos a Meoni y este no paga. El resultado de esto es que las empresas amenazan con no dar el aumento y el gremio con medidas de fuerza que terminarían por esmerilar al único ministro massista de todo el gabinete. 

"Si hay un paro de transporte que supuestamente lo usa solo esenciales es un quilombo para Meoni y para Massa. Imaginate que se lleve puesto al único ministro con fondos que tiene en el Gabinete, si se lo sacan no puede hacer más campaña con obras. Esto lo sabe Alberto, lo sabe Cristina y también lo sabe Guzmán que hoy es Damocles sosteniendo la espada de los fondos", explican en los pasillos de Balcarce 50