La foto de los ingresos fiscales alegra el equipo económico, que cree que incluso podría reducir el déficit —algo que exige el FMI para llegar a un acuerdo de Facilidades Extendidas para renegociar los 45.000 millones de dólares que la Argentina le adeuda— a menos del 4,3% del PBI, tal cual lo tiene presupuestado Martín Guzmán para 2020.
Así lo dijo extraoficialmente el ministro de Economía este lunes en la provincia de Catamarca, donde afirmó en la Universidad de Catamarca que "hay una tendencia a asociar la bandera de reducción de los déficits fiscales con la derecha; y eso está mal. La derecha, lo que pide es un Estado chico, no es solamente que no haya déficit fiscal, un Estado que tiene poca presencia en la economía, una presencia menor a la que muchos consideramos que debe tener para cuestiones claves del desarrollo como la ciencia, la educación y la salud pública, la innovación y el desarrollo, la infraestructura, la logística, la transición energética".
Guzmán, quien ya se muestra como político mas que como ministro, felicitó al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, por no haberse endeudado en dólares en el macrismo y cuidar el equilibrio fiscal.
Pero las palabras del ministro se deben a los datos preliminares que manejan de enero y febrero de este año. Y es que la realidad con la que Guzmán proyectaba ingresos y gastos cambió mucho desde septiembre de 2020 hasta ahora.
En cuanto a los ingresos, las estimaciones de cultivos y precios agrícolas permiten pensar que los derechos de exportación proporcionarán USD8.500 millones (en Presupuesto se esperaba USD6.500). A su vez, el aporte extraordinario a las grandes fortunas sumará cerca de $ 250.000 millones.
Por último, dada la velocidad de la recuperación de la economía es probable que la proyección de crecimiento del PIB presentada en Presupuesto (+5,5%) se haya quedado corta al igual que la de aumento de los precios (+29%). Si se imagina un escenario de crecimiento cercano a +7,5% e inflación en torno a +43% anual, el monto los impuestos asociados a la actividad económica tendrá una mejor dinámica que la prevista en el Presupuesto.
En ese contexto, es que Guzmán ya le dijo al presidente que es necesario volver al camino de los "superavits gemelos", incluso para discutir con el Fondo la deuda. "Hablar de sostenibilidad fiscal no es un concepto de derecha; los que hablamos de que el Estado debe resolver cuestiones que el mercado por sí solo no resuelve para el desarrollo económico, consideramos que el Estado debe ser fuerte, es decir tener una moneda robusta y tener crédito. Un estado que vive emitiendo para resolver déficits es un estado débil. Y tuvimos un presidente que lo entendió muy bien: Néstor Kirchner y Alberto Fernández era su jefe de gabinete. El único período de superávit fiscal fue entre el 2003 y el 2008", dijo Guzmán en Catamarca.
Una muestra que el ministro abandona con prisa y sin pausa el traje de economista y se viste con el de político. |