Acorralados por un dólar blue que roza los 200 pesos por unidad, la administración Fernández acaba de abandonar los principios que sostenía Miguel Ángel Pesce, titular del BCRA , que hace un mes decía que quien compraba la moneda paralela era parte de "un mercado delictivo" y que "puede estar comprando o vendiendo dólares a alguien que cometió un delito, como el narcotráfico".
Con la reapertura del turismo vía aérea, a través de Ezeiza, y vía marítima a través del Puerto de Buenos Aires, el gobierno acepta así que lo que alimenta el dólar blue es el turismo y cada vez se acerca mas hacia las soluciones que un momento inicial había propuesto Martin Guzmán, que era la de resolver el mercado del dólar turismo a través de la misma oferta de los turistas.
En rigor, lo que se espera es que los turistas que vengan al país con dólares, reales y euros billetes, los vendan masivamente en el mercado blue y no en casas de cambio. Con una brecha que supera el 100%, tampoco usarán las tarjeta de crédito. Dicen quienes recorren los pasillos del Palacio de Hacienda que el enojo del equipo de Guzmán con Pesce es total. "Para proteger las Reservas me prendió fuego la calle. Todo por u$s30 millones de dólares por día. Esto se arreglaba con u$s600 millones y ahora no se cuanto puede salir" afirmó a N&P un economista platense que trabaje en Hacienda.
Pesce sostenía que como el "dólar país" igual está más barato que el blue, la demanda de dólar por turismo agravaría la salida de divisas y que los turistas venderán sus dólares en el mercado informal, lo que dejaría sin fortalecer las Reservas Internacionales. Los economistas de Guzmán dicen que Pesce olvida algo en su análisis: muchos de los pesos que él acepto darles a bancos y empresas vía ATP y créditos blandos, terminaron en el MEP o en el contado con liqui, recalentando el dólar blue.
Los "muchachos de Guzmán" dicen que en este caso no se repetirá lo ocurrido entre 2012 y 2015, cuando a pesar del cepo el déficit cambiario por turismo acumuló u$s27.200 millones, es decir, un promedio anual de u$s6.800 millones. Señalan que esto no se puede dar porque la Argentina de hoy no tienen el atraso cambiario y y el salario en dólares es bajísimo.
El cierre de las fronteras, que reducirá este año y en 2021 el turismo emisivo argentino, hará que la sangría de divisas por esta vía sea mínimo (poco más de u$s 800 millones). Una apuesta que solo se podrá saber cuando caliente el sol en el cono sur.