Esta será una semana clave para el plan de batalla que desarrolla el Gobierno en contra del avance de la inflación. Ayer el presidente, Alberto Fernández, amenazó con "subir las retenciones o poner cupos" a la exportación de productos alimenticios para frenar una escalada de precios. Lo hizo así, sin medias tintas.
Con poca sutileza, Fernández mostró los dientes en plena negociación con los empresarios y los sindicalistas para lograr llegar a un acuerdo salarial y de precios. La idea es que la gran foto sea el 24 de febrero, pero hasta el momento no es más que una expresión de deseos.
El próximo miércoles habrá un conclave en el que participará la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA). El anfitrión será el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
La reunión con los empresarios se terminará de definir hoy. Podrá ser este jueves o el miércoles de la semana que viene. En el Gobierno están tratado que sea lo antes posible con la idea de llegar con la foto del “gran acuerdo de las fuerzas productivas” antes de marzo, confió a Negocios & Política una fuente de la jefatura de Gabinete.
La premura es la llegada de una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) como una avanza final al acuerdo que se planea para mayo. Es poco probable que todo se cierre esta semana, aunque hay algunos avances sobre los puntos del “acuerdo” que plantea el Gobierno.
Hoy los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y Moroni mantendrán una reunión para terminar de definir si la reunión con los empresarios se realizará el jueves o la semana que viene. El pedido de la CGT ya está sobre la mesa de trabajo, ahora falta acordar con las cámaras empresariales, algo que será mucho más complicado.
Ultimátum al campo
En el Gobierno creen que el único sector que podría hacer tambalear un mega acuerdo salarial y de precios es el agroexportador. Por ese motivo, ayer el presidente utilizó al diario oficialista Página 12 para enviar un claro mensaje: "el Estado sólo tiene dos canales para resolver el problema, dos herramientas que preferiría no usar: subir las retenciones o poner cupos, decir esto no se exporta. Y no hay mucho más tiempo para que decidan".
Aunque aclaró que no está "contra el campo", Fernández dijo que "lo que tienen que entender los productores es que los pastos no están dolarizados. La producción del maíz no está dolarizada. No pueden trasladar a la mesa de los argentinos los precios internacionales porque no producen a precios internacionales".
El mandatario cree que la crisis mundial como consecuencia del Covid hará que las exportaciones de la agroindustria aumenten y, como consecuencia, los precios locales también. "Yo le he dicho al ministro de Agricultura (Luis Basterra) que todo tiene un punto límite. Les estoy diciendo públicamente que no puedo dejar que esto siga pasando, porque el riesgo es que con la pandemia todos estos productos van a seguir creciendo en su precio y no estamos dispuestos a tolerarlo", arremetió.
Hasta hace poco China "solo importaba carne envasada y había un número limitado de frigoríficos que tenían capacidad de exportar", pero que "ahora decidió importar carne con hueso, medias reses", lo cual afectó el precio de góndola de cortes como el asado, por ejemplo.
"El productor de carne tiene la posibilidad de vendérsela al carnicero o vendérsela a China a un precio enorme. Yo necesito que ellos exporten porque necesito dólares que entren. Pero lo que no pueden es trasladar a los argentinos los precios internacionales porque no producen en precios internacionales. Ellos no producen en dólares", afirmó.
"No estoy contra el campo, estoy a favor de la mesa de los argentinos", dijo antes de pedirles a los del sector agroexportador que deben "entender que son parte de la Argentina". |