Exportaciones a la baja y suba de precios tensionan el “pacto de ganaderos” – Negocios & Política
 

A dos meses del cepo, todos están disconformes |Exportaciones a la baja y suba de precios tensionan el “pacto de ganaderos”

Se cumplen dos meses desde que el Gobierno restringió las exportaciones de carne con el propósito de ordenar el mercado y reducir el precio que pagan los consumidores argentinos en góndolas y carnicerías. Las exportaciones se derrumban y la carne aumentó 14%. El malestar crece en todos los frentes. 
Ana Belén Ehuletche
Economía
Ana Belén Ehuletche
Economía

El intento de regular el precio de la carne que se tradujo en restricciones a la comercialización de algunos cortes en el exterior reavivó la, ya clásica, tensión entre el Gobierno y los principales sectores rurales de la Argentina, en un dejavu que retrotrae al 2009 pero, al mismo tiempo, tensó las cuerdas entre los productores representados mayoritariamente por la Mesa de Enlace, y los exportadores nucleados en el Consorcio ABC, quienes se sientan en las mesas de negociación de precios con el ministro Matías Kulfas

Además, desde el sector agroganadero también cuestionan el rol del titular de la cartera de Agricultura, ganadería y pesca, Luis Basterra, por “quedar al margen” en la toma de decisiones que impactan en el sector.  

En medio de estas tensiones poco se avanzó en el Plan Ganadero que propuso el Gobierno al anunciar el restablecimiento de una parte de las exportaciones y aunque oficialmente se habla de cierta “flexibilización de las medidas”, la SRA asegura que los precios aumentaron mientras la exportación cayó en torno al 45% y se perdieron más de 100 millones de dólares en un mes. 

Esta mañana el Ministro de Desarrollo Productivo, dijo que “el Plan Ganadero, sobre todo en el norte de Argentina, va a permitir que se crezca en la ganadería y eso que podamos garantizar el mercado interno y aumentar las exportaciones. Siempre dijimos, queremos exportar más, pero cuidando el mercado interno”, y explicó que “el gran objetivo es que Argentina aumente en serio su producción de carne, la producción está estancada hace varias décadas y no logra superar los 3 millones de toneladas al año”. 

Para traer calma, el ministro adelantó que “en la primera quincena de julio hubo una caída del precio de la carne”, e indicó que “el objetivo es estabilizar lo que se está logrando”. “En varios relevamientos se registra una estabilización, una reducción en las ofertas, que era el objetivo que los cortes más populares comiencen a mostrar una baja, así que por ese lado hemos visto un primer paso”. 

Ayer, la Comisión Directiva de la Sociedad Rural Argentina, luego de su reunión quincenal, difundió la “disconformidad unánime” del sector con la intervención en el mercado de ganados y carne. “Las medidas tomadas por el gobierno nacional hicieron que todos perdamos: menos precio a los productores, menos actividad para la industria y el gobierno, y carne más cara para los consumidores”, declaró Nicolás Pino, titular de la entidad, al presentar los resultados del último informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales. 

El documento describe que los productores recibieron menor precio por la hacienda porque su valor descendió y asegura que la producción de la industria cayó y los precios para los consumidores aumentaron. Además, indica que las exportaciones de junio cayeron en volumen 45% respecto de mayo de este año, y que en un mes se perdieron divisas por US$ 108 millones. 

En sintonía, desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advierten que “los hechos van demostrando ya no solo el perjuicio que estas medidas están provocando a toda la cadena productiva y comercial, sino también la ineficacia respecto de los fines evocados”. 

Los analistas describen que las medidas que tomó el presidente Alberto Fernández, parten de la hipótesis de que el mayor volumen exportado es la causa de la suba de los precios internos y bajo esta lógica, implementado el cepo, se esperaba volcar un mayor volumen de producción al mercado doméstico y bajar fuertemente los precios al consumidor local. “Lo cierto es que hasta el momento ese ajuste por precio no se está dando”, aseguran desde el departamento que conduce Julio Calzada en la BCR. 

De acuerdo al relevamiento de precios que mensualmente realiza el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en mayo, el valor promedio de los cortes de carne vacuna se apreció un 6,1% mientras que en junio -ya en plena vigencia de las medidas- subió otro 7,7% mensual.  

Según el IPCVA, durante junio, los incrementos más significativos se registraron en los puntos de venta que atienden al nivel socioeconómico medio (+8,9%) y bajo (+7,4%) mientras que en aquellos puntos que atienden en barrios de nivel socioeconómico alto, los incrementos resultaron más moderados (+5,2%), con respecto a mayo. 

Comparado con otras carnes cuyos mercados no han sido intervenidos, analizan desde la BCR, la carne vacuna no sólo no ha bajado, sino que, incluso, ha perdido competitividad. En los últimos dos meses, el precio promedio de los 24 cortes vacunos relevados por el IPCVA pasó de valer $630,03 a $719,49, es decir, sufrió un aumento del 14,2% mientras que el pechito de cerdo y el pollo, sin ningún tipo de intervención en sus mercados, aumentaron un 2% y un 5%, respectivamente. 

En lo que respecta a la hacienda en pie, en junio, el precio promedio de todas las categorías comercializadas en el Mercado de Liniers se ubicó en $146,15 por kilo vivo, prácticamente sin cambios respecto de mayo, y un 0,5% inferior al promedio de abril ($146,87). Es decir, el valor de la hacienda no sólo no ha crecido, sino que, en términos constantes contra una inflación que en los últimos dos meses sumó un 6,5% de suba, ha registrado una significativa pérdida de valor real. 

Al analizar las variaciones de precio por categoría, los economistas de la BCR, observan que justamente la hacienda que mayormente consume el mercado interno -novillitos y vaquillonas- registró incrementos promedio de entre 3% y 4%, mientras que aquello que no se consume internamente como vacas de conserva y toros, cayeron más de un 13% a valores corrientes. 

“En consecuencia, la hacienda que pensaba derivarse de la exportación al mercado interno hoy, a estos valores, cuesta verla reflejada en la oferta”, agrega el informe y advierte que, en los últimos dos meses, la faena de vacas cayó un 30% respecto de igual período del año pasado, perdiendo unas 160.000 vacas en la línea de producción. 

En el caso de novillitos y vaquillonas, haciendas básicamente destinadas a consumo, la faena tampoco aumentó, por el contrario, la de novillitos se contrajo en un 3% y la de vaquillonas en un 15%, respecto de igual bimestre de 2020. “Sucede que en este segmento sigue percibiéndose un déficit estructural de oferta, por el bajo nivel de encierre que han estado registrando los feedlots a causa de la suba del precio del maíz y la consecuente prolongación de las recrías”, describen 

De acuerdo a los datos publicados por la Cámara Argentina de Feedlots (CAF), en julio los corrales marcaban un nivel de ocupación del 63,5%, unos 3,5 puntos menos que en junio pasado cuando ya venía cayendo el nivel de encierre.  

No obstante, explican que, pese a la baja oferta de los feedlots, no alcanza para compensar la debilidad que presenta la demanda. En lo que va del año el nivel general de precios al consumidor registra un aumento acumulado del 25,3%, incremento que presiona de manera directa sobre salarios que cada vez van quedando más retrasados. 

En jaque 

Para avanzar en un plan que permita proyectar los niveles de producción y comercialización de ganado, el Gobierno trabaja en mesas sectoriales de la carne en distintas provincias del país y busca generar consenso en el marco del Consejo Agroindustrial Argentino que tiene amplia representación, pero no cuenta con la participación de la SRA.  

Como viene informando N&P desde que el conflicto por el precio de la carne surgió, la problemática no sólo pone de relieve la clásica tensión entre el campo y el Gobierno, sino que puso luz sobre diferencias al interior del sector que complican aún más las negociaciones y el desarrollo del Plan Ganadero que apunta a aumentar la producción de carnes, y pasar de las 3,2 millones de toneladas actuales a 5 millones de toneladas por año. 

“El asunto cada vez está más caliente porque objetivamente se ha resquebrajado algo que permanecía oculto en la superficie: nunca se llevaron bien la Mesa de Enlace con el Consejo Agroexportador Argentino y mucho menos con el consorcio de frigoríficos”, indicó un vocero del sector agropecuario a N&P

Hasta ahora la relación pendía de un hilo a partir de “mutas concesiones”: unos no discutían la representación del “campo” de la Sociedad Rural Argentina a cambio de seguir manejando el negocio ganadero en el exterior, pero “con la intervención del negocio de la carne las diferencias crecen y ponen en jaque el pacto entre ganaderos”. 

Por otro lado, el titular de un frigorífico reconoció que algunos exportadores realizaron maniobras que perjudican a todo el conglomerado exportador, pero apuntó que “el Gobierno se equivoca al atacar la exportación”. El empresario que exporta carne de cerdo a China hace más de 10 años, dijo que los controles deberían comenzar antes. “El precio está en el animal en pie, el resto de la cadena es trazable”, dijo y lamentó que “se enfrente al operador que es el que ingresa divisas al país”. 

En ese sentido, opinó que la cadena no es sustentable por el peso del dólar en los insumos y cuestionó que “el Gobierno le dio el control de precios a un sector que concentra el 91% del mercado”.|

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