La Bolsa de Comercio de Rosario estima que el consumo total de carnes bovina, aviar y porcina per cápita podría ubicarse en torno a 115,2 kg durante el 2023, lo que representa un aumento del 4,2% en comparación con el año anterior y lo lleva a niveles de 2017.
La estimación de la BCR, que se realiza en base a los datos de consumo de carnes proporcionados por la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal, arroja que cada habitante consumiría en 2023 un total de 4,0 y 3,4 kg por encima de los promedios de los últimos 5 y 10 años, respectivamente.
El análisis tiene en cuenta también la remuneración bruta promedio del sector asalariado, que de acuerdo al mismo estudio durante este año alcanzaría para comprar 163,5 kg de asado. “Este dato indica una recuperación respecto del piso relativo alcanzado en 2021, cuando el poder de compra de los sueldos era de 134 kg, y puede ser uno de los factores explicativos del incremento en el consumo cárnico que se viene experimentando este año”, explicaron.
Aún con este panorama de manifiesta mejora, desde la BCR advierten que “a pesar de ser una recuperación en el corto plazo, el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kg por debajo del promedio de los últimos 10 años”.
Asimismo, remarcaron que “este indicador sirve para tener una idea del poder de compra en términos de la carne, pero sobreestima el mismo, dado que se trata de remuneración bruta y no de remuneración neta” y precisaron que “sólo se está considerando al sector asalariado privado, quedando excluidos los monotributistas, trabajadores autónomos y asalariados del sector público, entre otros”.
En cuanto a los valores de los tipos de carne, desde la institución rosarina aportan que desde 2021 la carne vacuna se ha abaratado relativamente en términos del mix de pollo y cerdo: mientras que en 2021 se podían comprar 2,1 kg de mix con lo que salía 1 kg de asado, en 2023 esta cantidad bajó a 1,9. Aún así, expresaron que “la carne vacuna aún está cara si se la compara con el promedio de los últimos 10 años, que es de 1,7 kg”.
El análisis explicó que “el poder adquisitivo en términos de carne vacuna ha mejorado en los últimos dos años, tanto por su relación con los salarios como con los precios de otras carnes, por lo cual ha aumentado su participación relativa en el consumo”.
A su vez, desde la Bolsa indicaron que “si se aleja la lupa y se observa un período más largo, como puede ser el promedio de los últimos 10 años, se observa que el consumo de carne de vaca ha perdido terreno contra el de sus productos alternativos como resultado de un menor poder de compra de los salarios y de un abaratamiento relativo del pollo y el cerdo”.|