Días atrás el Banco Central dio a conocer los resultados de su última encuesta que arroja una inflación de 54,8% para 2022. De concretarse ese porcentaje, sería la tasa más alta desde 1991, y mayor que las registradas durante los últimos cuatro años.
En diciembre pasado la suba habría sido del 3,8%, según datos del INDEC, y para este mes se espera 3,7%; al igual que para el próximo mes; 4% para marzo y también abril; 3,6% para mayo y 3,5% para junio.
A su vez, proyectan una variación real del PIB para 2022 de 2,9%, donde se observaría un aumento de 0,4 punto respecto a lo contemplado en la encuesta previa. En cuanto al dólar, la variación del tipo de cambio nominal sería del 60,7% para este año.
En este contexto, la suba del Índice de Precios al Consumidor sufrirá un incremento en torno al 50% anual. Frente a este escenario, los economistas advierten que los bienes de consumo se acoplarán a la evolución de la inflación núcleo en el corto plazo.
Los motivos que dispararían las cifras
- La suba del dólar: Este año el Banco Central le dará más flexibilidad al ritmo devaluatorio. Esta devaluación gradual da previsibilidad a los agentes financieros y evita saltos bruscos o discretos de los dólares alternativos.
- Suba de tarifas: Medidas como “Precios Cuidados” tendrán actualizaciones mensuales, que podrían diferir según el producto.
- Mayor peso sobre la inflación núcleo: La inflación excluyente es la que excluye los precios regulados (tarifas de luz, gas, agua y teléfono), boletos de transporte y los demás precios fijados por el Estado, y los bienes y servicios.
- Déficit y emisión monetaria: La inflación acumulada en los dos últimos años fue del 105% y la Base Monetaria creció 93%. En tanto, la circulación monetaria trepó 133% por lo que los argentinos habrían gastado por encima de sus ingresos.
La inflación podría ubicarse por encima del 4% tanto en 2022 como en 2023.|