El vuelo AR 1090 de Aerolíneas Argentinas que trasladaba a Alberto Fernández aterrizó a las 9.27 en el aeropuerto internacional Ministro Pistarini, en la localidad bonaerense de Ezeiza, proveniente del aeropuerto Leonardo da Vinci, de la comuna romana de Fiumicino. Junto al presidente llegó la comitiva oficial, conformada por el canciller Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
La primera dama Fabiola Yañez se quedó en Roma para participar el jueves próximo de una actividad de la fundación pontificia Scholas Occurrentes, en la que estará presente el papa Francisco, se informó oficialmente.
Con los objetivos alcanzados
El primer análisis púbico que realizó el presidente sobre su gira por cuatro países de Europa, además del Vaticano, fue a través de su cuenta en Twitter: “Hemos alcanzado los objetivos que nos habíamos fijado. Contamos con el apoyo de los líderes en la negociación de la deuda que heredamos y con la comprensión del FMI en relación a la difícil situación que vive Argentina”.
El mandatario fue a buscar dos cosas fundamentales para el futuro económico del país. Por un lado, seguir sumando apoyo internacional para renegociar la deuda con el organismo multilateral de crédito, sobre a base de 44.000 millones de dólares, tomado por la gestión de Juntos por el Cambio. Por el otro, retrasar un pago de deuda de US$ 2.400 millones de la Argentina que vence a fin de mes.
La agenda de la comitiva argentina se extendió más allá de lo previsto. Fernández se reunió con el primer ministro de Portugal, Antonio Costa; el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el premier italiano, Mario Draghi; y el papa Francisco. Los encuentros con la directora ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva, y con John Kerry, el ex secretario de Estado de los Estados Unidos y enviado especial de ese país para participar de una cumbre sobre el cambio climático en Italia, fueron buscados, pero ninguno estaba confirmado.
El año pasado, el Gobierno logró un acuerdo con los bonistas para reestructurar la deuda. Luego se comenzó a trabajar con las autoridades del FMI y sus integrantes, además de las negociaciones con el Club de París.
Fernández también estuvo con el Rey Felipe VI de España y con el director gerente de operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, organismo con el que se está trabajando en un ambicioso programa de inversión de unos 2.000 millones de dólares para 2021.
Dos reuniones claves
El encuentro con el Papa Francisco también fue fundamental para los objetivos del Gobierno. No trascendió mucho sobre el contenido de aquella charla. Pero las fotografías del jefe de la Iglesia Católica con la comitiva y luego con Fernández, fue un claro gesto de respaldo. En Roma era feriado y la audiencia a solas duró 30 minutos en el estudio del Aula Paulo VI, en el Vaticano.
"También reafirmamos la necesidad de un mayor compromiso de todo el sistema multilateral en torno a que las vacunas sean un bien público global", subrayó el jefe del Estado en su breve hilo de Twitter mientras regresaba a la Argentina. "Un planteo que viene haciendo el Papa Francisco", agregó.
Fernández ya había mantenido varias reuniones vía teleconferencia con Georgieva, pero esta semana fue la primera vez que hablaron cara a cara sobre la deuda que dejó el gobierno de Mauricio Macri. El encuentro, que duró casi una hora y media, fue en Roma, en el mismo hotel donde se hospedó la comitiva argentina.
No hubo mucha información sobre la negociación. Ella se limitó a decir que está trabajando en un nuevo programa y cuestiones de cortesía. Fernández evaluó la reunión como “muy productiva” y reconoció que la directora del FMI "es muy consciente de la situación que vive la Argentina" y remarcó que la renegociación de la deuda no le debe exigir "mayores esfuerzos al pueblo".
Los sobrecargos fue uno de los temas que planteó el presidente: "Le conté mi charla con los líderes europeos, y bueno, vamos a ver como seguimos. Le planteé nuestra mirada sobre los cargos extras y sobre los plazos. El Club de París está atado al tema del FMI, es un tema subsidiario".
Un mercado optimista como el presidente
Las reacciones del mercado sobre las noticias que llegaban de Europa fueron positivas. Ayer por la tarde un despacho de la Agencia Bloomberg informaba sobre un aplazamiento acordado entre Argentina y el Club de París.
- La Bolsa de Comercio de Buenos Aires operó el último día laboral con fuertes subas, mientras los bonos cotizaron en alza y los ADRs saltaron más de 7 por ciento.
- Las reservas del Banco Central subieron y quedaron al borde de los US$ 41.000 millones.
- El índice S&P Merval sumó un 4,2% y se ubicó así en 54.850 unidades.
- Las principales ganancias fueron para las acciones de YPF con 5,47%, Supervielle con 4,46% y Banco Macro con 4,18%.
- En Wall Street las acciones argentinas que cotizan expusieron subas generalizadas y los aumentos más marcados fueron para Cresud con 7,2%, Banco Supervielle y Macro con 7,1%, YPF con 6,7% e Irsa con 6,2%.
- El riesgo país medido por el JP Morgan retrocedió 1,9% hasta los 1.564 puntos básicos.
- Las reservas internacionales casi superan la barrera de los US$ 41.000 millones.
- Según datos difundidos por el Banco Central, terminaron la jornada en US$ 40.988 millones.
"Soy optimista, el optimismo nunca lo pierdo, y además tengo la voluntad de hacerlo, y la firmeza de hacerlo en las condiciones en qué vivimos. Ella se ve muy comprensiva de lo que le pasa a la Argentina", dijo el mandatario antes de llegar al país. "Que Europa nos esté apoyando con los sobrecargos, que el G20 aborde temas como los que propone el primer ministro italiano Mario Draghi, y que Emmanuel Macron atienda nuestras necesidades ante el Club de París, es muy importante", agregó en un clima de cauta victoria. |