La República Popular China (RPCh) busca potenciar los vínculos económicos con el resto del mundo con la creación de dos grandes rutas comerciales, una marítima y otra terrestre, que comenzarían en China, recorrerían Asia Central, llegarían hasta el corazón de Europa y conectarían también a África y América Latina, en una red de infraestructura y cadenas de valores globales.
Con este megaproyecto, el gobierno de Xi Jiping, intenta invocar el espíritu de la antigua Ruta de la Seda, la reconocida e histórica ruta comercial por la que fluyó el comercio entre China y Europa a través de Asia Central durante las dinastías Han y Tang, las épocas de más abundancia de la China imperial, al tiempo que reafirma su vocación de restaurar su tradicional lugar como superpotencia.
La relación con Argentina
Durante un intercambio epistolar, a principio de este año, Ji le expresó a su par argentino, Alberto Fernández, el deseo de tener "una asociación más estrecha" con el país, y lo invitó a sumarse a la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Ignacio Villagrán, director del Centro de Estudios Argentina-China (CEACh) de la UBA y Coordinador del Grupo de Estudios del Este Asiático (GEEA) del Instituto de Investigaciones "Gino Germani" (IIGG), explicó que hacía tiempo que en nuestro país se debate esa posibilidad.
"Al día de hoy, no hay una serie de compromisos definidos estipulados para la adhesión. Se trata más bien de una acción política que da muestra de la vocación de participar en un esquema de colaboración propuesto por China", afirmó.
Además, destacó la importancia de lograr este objetivo el cual "permitiría acceder más fácilmente al financiamiento de proyectos y acelerar los intercambios comerciales, a la vez de constituir, potencialmente, una oportunidad para dinamizar las economías locales y regionales".
Si bien Argentina todavía no se incorporó al megaproyecto, si se sumó al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura el año pasado, "lo cual sirve como precedente para anticipar que dentro de poco se concretará este nuevo paso la relación bilateral", explicó Villagrán.
El experto argentino aseguró que la pandemia generada por el Covid-19 estableció nuevas prioridades en la relación bilateral y se pudieron ver algunas de las ventajas del relacionamiento privilegiado de nuestro país con China tanto en la cooperación técnica, como en la donación y compra de material sanitario.
Por ahora, los países latinoamericanos que se han sumado al prometedor proyecto chino son:
- Panamá
- Uruguay
- Ecuador
- Venezuela
- Chile
- Bolivia
- Costa Rica
- Cuba
- Perú.|
