El gobierno hace sintonía fina con el FMI para evitar la devaluación – Negocios & Política
 

Panorama Económico |El gobierno hace sintonía fina con el FMI para evitar la devaluación

La brecha cambiaria y la caída de las reservas preocupa de cara a una recuperación económica que se presenta lenta. El FMI y el Ministerio de Economía trabajan en una plan que será enviado al Congreso.
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La situación económica argentina pende de un hilo y, mientras los signos de recuperación tardan en llegar, en medio de una pandemia que lo agrava todo, la principal preocupación se centra en el problema cambiario, en las reservas del Banco Central y, sobre todo, en cómo hará el gobierno para salir de la crisis.

Algunos insisten en que, ante este contexto, la praxis económica indica una devaluación como principal remedio. Sin embargo, desde el gobierno de Alberto Fernández descartan de plano esa posibilidad y, por el contrario, impulsan junto al Fondo Monetario Internacional un nuevo programa que permita afrontar los compromisos sin relegar el desarrollo.

Falta de dólares y rumbo

En este escenario, el economista Rodolfo Santángelo consideró que el Ministerio de Economía "cometió el error de apostar todo al arreglo de la deuda y a la salida de la cuarentena de fábricas abiertas y comercios con gente".

Ante lo que consideró una carencia de "rumbo de gobierno económico", evaluó que "la falta de dólares que hay es la del argentino que tiene los dólares en el colchón o en el banco".

La brecha cambiaria también resulta preocupante para el economista, ya que, según entendió, la tendencia es nivelar hacia arriba: "Va a ser difícil evitar tener que bajar la brecha subiendo el de abajo, más que intentando bajar el de arriba. Pero están en la cruzada de hacerlo al revés", resaltó.

Por su parte, el director de la consultora EcoGo, Federico Furiase, subrayó que "si no hay un programa de estabilización, en algún momento la nafta de las reservas se va a terminar, la inflación se va a acelerar de todas formas y tendrá que devaluar de manera desordenada".

El profesional consideró la devaluación como la única salida posible para el Ejecutivo: "La pregunta es cuándo va a devaluar. No si lo va a poder hacer o no. Lo va a tener que hacer", indicó. De ese modo, insistió: "La pregunta es si lo va a poder hacer de una manera ordenada, con un programa de estabilización en el medio que coordine expectativas".

La respuesta del gobierno la dio el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien sostuvo que no hay "posibilidad de hacer ajuste" ni llevar a cabo una devaluación, mientras indicó que si el gobierno no llega a tiempo a elaborar "herramientas más focalizadas" de asistencia, se pagará un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) por cuarta vez.

Esto significaría más emisión monetaria, algo que desde el Frente de Todos defienden como parche económico ante la necesidad de frenar la escalada de la pobreza y la desocupación.

"La Argentina no tiene posibilidad de hacer ajuste. No es un gobierno que lo tenga como lógica a la hora de aplicar programas económicos", descartó Cafiero.

El ministro consideró que una medida devaluatoria afectaría directamente a los niveles de pobreza: "Tampoco hay posibilidad de hacer una devaluación", puesto que el "impacto" sería "aumentar la pobreza, que la inflación se dispare y que pierdan capacidad de compra los haberes jubilatorios".

Falta de reservas

Mientras la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se dispara a niveles históricos, otro de los focos de conflicto pasa por el nivel de las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la dificultad de la Argentina de atraer dólares.

En este sentido, el director del Centro de Estudios Económicos de OJF, Fausto Spotorno, estimó que las reservas líquidas del BCRA se ubican en torno a los 6.000 millones de dólares y planteó que "el punto es para qué y cómo" se utilizarán.

"El Banco Central tiene algunas reservas todavía. No quiero ser muy dramático, no son muchas", indicó el economista. Asimismo, señaló: "Calculamos que puede usar relativamente 6.000 millones de dólares que tiene como líquidas. Propias son solamente 2.000 millones".

"Después tiene el oro y los yuanes con China. El punto es para qué y cómo las vas a usar", afirmó. Además, consideró que la demanda del billete verde subirá indefectiblemente, ante lo cual "la perspectiva es que van a faltar dólares y, como van a faltar, va a subir el precio".

En ese marco, el ministro Guzmán se refirió a la evolución de la moneda estadounidense y las brechas cambiarias. Por un lado, reconoció que la diferencia en el mercado de cambios es muy elevada, aunque puso en balance que “también tenemos superávit comercial, no hay pagos de deuda externa y, a pesar de lo que se dice, hay 41.000 millones de reserva”.

El titular de la cartera económica además confió en que el país tiene los instrumentos para continuar con la política cambiaria desarrollada hasta el momento y así evitar una devaluación: “Vamos a continuar con ritmo de apreciación del peso frente al dólar, reduciendo la inflación. Tenemos valores para los tipos de cambio paralelos que están lejos de representar la capacidad de nuestro país de generar ingresos de dólares”.

Además, argumentó que la emisión monetaria fue obligada, ante la caída económica generada por el Sars-Cov-2: “La pandemia nos hizo recurrir a la emisión para cuidar el trabajo y la gente".

Sintonía fina

El Fondo Monetario Internacional, uno de los principales responsables de la crisis en la Argentina, que se acelera por los efectos de la pandemia de Covid-19, ahora parece ser el mejor aliado del país para superar el sombrío panorama, hacia una etapa de crecimiento y estabilidad económica.

El gobierno de Alberto Fernández avanza en la elaboración de un plan integral para estabilizar las cuentas y promover la recuperación, algo que a su vez le permitirá refinanciar la deuda con el FMI.

La Argentina tiene una pasivo de 43.900 millones de dólares con el organismo multilateral de crédito, según precisó un reporte elevado el viernes por el Palacio de Hacienda a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC).

Fue el director del Departamento Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, quien el último jueves manifestó que la Argentina se encuentra en plena elaboración de un plan económico integral que será evaluado por el organismo. 

La noticia llega a tan sólo una semana de que la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, considerara la cumbre anual del FMI y del Banco Mundial que, para la Argentina, "la máxima prioridad debería ser implementar una agenda económica integral y creíble que equilibre el respaldo a la economía y a las personas en este momento tan difícil, y asegure que tengamos estabilidad macroeconómica interna".

El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó que el gobierno elabora "un programa fiscal plurianual" que tendrá "como mínimo tres años" de duración, en el marco del programa sobre el que se trabaja con el FMI para la negociación de la deuda con el organismo y que será enviado para su tratamiento al Congreso de la Nación.

"Nunca se hizo un programa con el Fondo y nunca se mandó al Congreso", resaltó el titular del Palacio de Hacienda, quien indicó que eso implica tratar a "la sostenibilidad fiscal, no como una política de gobierno sino como una política de Estado, que es lo que la Argentina necesita".

Unos días antes, el lunes pasado, Guzmán se comunicó con Georgieva para transmitirle de primera mano el tenor de las nuevas medidas cambiarias implementadas, en pos de estabilizar la economía.

Luego, la directora destacó la charla con el ministro de Economía y ratificó su postura como aliado de la Argentina: “Continuaremos apoyando a las autoridades mientras trabajan para aliviar las presiones cambiarias, anclar la estabilidad económica y sentar las bases para la recuperación", escribió en su Twitter.

Werner se mostró en línea con la Casa Rosada al expresar que el nuevo programa debe encontrar un balance entre políticas públicas "para seguir apoyando familias durante la pandemia” y arribar al mismo tiempo a una estabilidad macroeconómica: “Ese es el trabajo que las autoridades están haciendo", sostuvo.

De esta forma, el Gobierno y el Fondo parecieran converger a un diálogo con la misma sintonía, como ocurrió con el diagnóstico de la sustentabilidad de la deuda argentina meses atrás.

El propio Guzmán hizo hincapié en que "hay una alineación de visiones con el organismo respecto de que la estabilidad requiere una recuperación de la economía", y se mostró expectante con "tener un programa que ayude a restaurar la estabilidad económica y el crecimiento".

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