Ante la necesidad de dólares para sostener los compromisos en el exterior y estabilizar la macroeconomía, el Gobierno busca aumentar la previsibilidad de la inversión extranjera directa o de la inversión nacional financiada con crédito externo, con el objetivo de incrementar la liquidación de divisas del sector exportador.
En la tarde de ayer se reunió el Gabinete Económico integrado por el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, sus pares de Economía, Martín Guzmán y de Trabajo, Claudio Moroni, junto al titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce, la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont; y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.
Los datos que hay que saber
El cuerpo de funcionarios definió el alcance del Régimen de fomento de inversiones para las exportaciones, que se volverá oficial en los próximos días a través de un decreto que firmará el presidente de la Nación, Alerto Fernández.
El régimen prevé que el 20% de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas a una nueva inversión serán de libre aplicación por hasta un máximo anual equivalente al 25% del monto bruto de divisas ingresadas para el proyecto.
Los exportadores deberán destinar ese 20% al pago de capital e intereses de pasivos en el exterior, utilidades y dividendos de balances cerrados y auditados, y repatriación de inversiones directas de no residentes, por un monto no inferior a los U$S 100 millones y, en un plazo de 15 años.
En el caso que los cobros de las exportaciones no se aplicaran inmediatamente a los usos previstos, los fondos podrán ser depositados hasta su utilización en cuentas en el exterior de entidades financieras argentinas y/o en cuentas locales en moneda extranjera en bancos argentinos.
Además incrementar las exportaciones, la iniciativa busca crear empleo, fortalecer la competitividad de los diversos sectores económicos, fomentar un crecimiento económico sustentable y equitativo y promover la sostenibilidad ambiental del país, de las provincias y las distintas regiones.
Falta de una mirada estratégica
“Uno de los problemas centrales de nuestra economía es la escasez de dólares”, reconoció Kulfas y señaló que “este fenómeno se explica por varios factores, entre los que se destacan nuestra estructura productiva, el bajo dinamismo de nuestras exportaciones y la dolarización de inversiones financieras”.
El Ministro agregó que la situación se agravó en los últimos años por una política de endeudamiento en moneda extranjera “irresponsable” así como “la falta de una mirada estratégica en el desarrollo productivo y el abandono de la política industrial”.
“Las restricciones cambiarias –continuó- permiten administrar la escasez de divisas, pero generan trabas para la inversión extranjera o la inversión nacional financiada con crédito externo”.
En ese contexto, el esquema pensado por el Gabinete Económico “flexibiliza estas restricciones y permite viabilizar muchos proyectos de inversión actualmente en estudio”, dijo Kulfas. Y aseguró que “el régimen establece un mecanismo muy claro y previsible que le permite a las empresas que ingresen dólares del exterior tener mayores certezas sobre el repago de la inversión o del financiamiento asociado. Es un camino más en la dirección correcta. Necesitamos más trabajo y producción argentina”.
En la misma línea se expresó Guzmán al destacar que se vienen dando pasos para “construir condiciones macroeconómicas que promuevan una economía más dinámica desde lo productivo y más estable”.
El funcionario describió el nuevo instrumento de fomento como “una adaptación del esquema de controles de capitales de modo de favorecer las inversiones en la economía real, mientras se siguen desalentando los movimientos de capitales de corto plazo y de tipos especulativos que generan inestabilidad cambiaria”.
Además, Guzmán recordó que “durante la administración anterior se desreguló prácticamente de forma completa la cuenta de capital financiero y eso no redundó en un aumento de la inversión externa en la economía real. Por el contrario, lo que generó fue una entrada de capitales que vinieron a especular sobre oportunidades de retornos financieros altos en el corto plazo sin darle nada a la economía real y dejando al país en una situación crítica cuando esos mismos capitales empezaron a salir de golpe en 2018”, y agregó que “en el contexto de una prolongada corrida cambiaria, el gobierno anterior adoptó controles de capitales estrictos”.
Asimismo, señaló que “un objetivo de política económica de nuestro gobierno es transitar hacia un esquema de regulaciones macro prudenciales que facilite las inversiones en la economía real y desaliente los movimientos de capitales especulativos de corto plazo. Llegar a ese punto va a requerir de acumular suficientes reservas internacionales. Esto es un proceso, no se logra de un día para otro. Mientras tanto, vamos dando pasos en la dirección que hemos señalado y el que estamos dando hoy es uno de esos pasos”.
Finalmente concluyó: “La medida que estamos anunciando va a implicar inversiones concretas de empresas que van a estar generando trabajo y producción en Argentina y aumentando la capacidad exportadora del país, en sectores como el minero, industrial, agro-industrial y energético”.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, aclaró que el nuevo régimen otorga beneficios al ingreso de capitales asociado a la inversión y la creación de empleo y no a la “economía especulativa”. Además, explicó que aquellos que ingresen capitales y exporten podrán dedicar parte de ese resultado al giro de obligaciones con el exterior, lo que incentivará la entrada de capitales y mejorará la balanza de pagos.
Letra chica
El régimen de fomento está previsto para inversiones de los sectores foresto industriales, agroindustriales, hidrocarburÍfero, minero y de industrias manufactureras, ya sea en nuevos proyectos o en aquellos existentes pero que busquen ampliar su capacidad productiva a fin de exportar. En cambio, no se consideran como inversiones a las colocaciones financieras y/o de portafolio; a la fusión o adquisición de empresas; o a la compra de cuotas y/o acciones o participaciones societarias.
Podrán aspirar al beneficio -que tendrá una duración de 15 años- personas humanas o jurídicas, nacionales o extranjeras que presenten un proyecto de inversión no menor a U$S 100 millones, en caso de ser una nueva inversión y que aumenten en no menos del 30% la capacidad productiva del negocio en marcha. La autoridad de aplicación del régimen estará conformada por representantes de los Ministerios de Economía y Desarrollo Productivo, y el Banco Central de la República Argentina hará la evaluación técnica de los proyectos a fomentar. |