La Argentina y el FMI "continúan con la conversaciones" sobre la negociación de un nuevo programa de mediano plazo que le permita al país reprogramar los vencimientos del programa vigente por 44.000 millones de dólares y, eventualmente, solicitar nuevos fondos para la recuperación económica, afirmó el vocero del organismo multilateral de crédito, Gerry Rice.
"Nuestras conversaciones con las autoridades argentinas continúan. Esas discusiones entre el Gobierno argentino y el equipo del FMI continuarán en este período" que acaba de comenzar, dijo Rice durante la primera conferencia de prensa del año.
En los hechos, Rice hizo publico desde el Fondo lo que negocia hace meses el organismo con el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, quien ya les adelanto al nuevo directorio del Banco Central que se preparen para avanzar en un principio de acuerdo durante mediados de marzo y primeros días de abril de manera de firmar en mayo con el FMI. En realidad, desde la Argentina pretenden "calmar" al Fondo con la presentación de un programa plurianual para el FMI, en el cual le mostrarían metas de acumulación de reservas, (algo que el BCRA viene haciendo fuerte en diciembre y enero), el cual es uno de los temas que mas preocupa a los técnicos del Fondo Monetario Internacional.
Pero lo que mas preocupa al Fondo es el déficit fiscal. En este contexto el Gobierno acordó con el Fondo suspender el IFE, que implicó $90.000 millones por cada cuota. A los economistas del FMI , sin embargo, no le gustaron mucho las palabras de Chodos, que dijo hace pocos dias que “una cosa es tener una proyección racional del uso de recursos y otra, los procesos de ajuste. Hay una comprensión a nivel global de la necesidad de usar los espacios fiscales donde los haya y maximizar el uso de recursos para infraestructura sanitaria y cubrir la actividad económica. Los programas como el ATP y el IFE han sido muy mirados y también por otros lugares y otros países”. Las razones son varias, pero una la principal: la reducción del déficit es una condición indiscutible si la Argentina quiere lograr un acuerdo de Extended Fund Facility (EFF) o de Facilidades Extendidas, acuerdo que incluyen entre 7 y 10 años de repago de la deuda y una supervisión de las cuentas publicas por parte del FMI.
La Argentina solicitó en agosto de 2020 un nuevo programa con el FMI para reemplazar al stand by vigente, a través del cual el país debe 44.000 millones de dólares, con vencimientos concentrados en los próximos dos años. Algo que, propios y ajenos, sabian que era el prologo para el EFF, en el marco de la pandemia.
Pelea de Fondo
A nadie sorprendió las declaraciones de ayer del vocero Rice, quien precisó que "hubo un breve descanso en el diálogo durante el período de vacaciones (por las Fiestas), pero esperamos que el ritmo de las reuniones, todas virtuales, aumente en las próximas semanas", ya que Rice, por protocolo, es muy cuidadoso en las palabras que usa. Rice agregó que "Argentina, como casi todos los demás países, se enfrenta al desafío de la pandemia y los problemas de salud y humanitarios que esto conlleva".
En los hechos, el FMI quiere que en marzo se llegue a un acuerdo entre las partes de como elaboración de un nuevo programa de Facilidades Extendidas, que extiende los vencimientos de la Argentina hasta los 10 años y le permitiría al país comenzar a repagar la deuda recién dentro de cuatro años. La Argentina le ha demostrado decisión política: el Poder Ejecutivo trabaja para que el nuevo programa sea aprobado por el Congreso, una iniciativa inédita en la Argentina. El proyecto de ley ya cuenta media sanción en el Congreso y es uno de los primeros pendientes para el 2021. Pero para los técnicos del Fondo, el esfuerzo es necesario pero no suficiente.
Pague primero y después proteste
Pero para empezar a negociar con el FMI la Argentina deberá desembolsar USD 315 millones el 1 de febrero del credito que se le debe al Fondo por la deuda que tomo Mauricio Macri y son parte de los vencimientos trimestrales que el país paga desde 2019.
El otro pago importante es por casi USD 1.900 millones a fines de septiembre y otro monto similar días antes de la Navidad. Pero esos pagos son los que en Economía creen que no se deberan pagar con el nuevo acuerdo. Menos aun habra que pagar los de USD 35.000 millones entre 2022 y 2023, toda deuda que Guzman quiere renegociar.
Otro vencimiento es en mayo, pero en el Gobierno también creen que no se pagaran y se renegociarán: son los de la cuota pendiente con el Club de París. Un organismo que nació con la deuda externa argentina y que conoce mejor que nadie los tropezones financieros del país.
