En un informe anual, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que Argentina necesita un “plan macroeconómico y estructural creíble y sólido, que pueda ser respaldado por la comunidad internacional”. También señaló que el cepo cambiario es “necesario” en el corto plazo, aunque recomendó un “desarme gradual con condiciones” para impulsar la llegada de inversiones extranjeras.
Las recomendaciones figuran en un documento que se denomina Informe del Sector Externo, donde se analiza la situación financiera de 30 países. El marco coyuntural de la pandemia por Covid-19 es una problemática común al momento de hacer observaciones.
Según el organismo de crédito “las perspectivas de acceso a los mercados a medio plazo dependerán de la aplicación de un sólido plan de reforma macroeconómica y estructural”. Respecto al estado de las reservas, indicó que su recuperación abrirá la posibilidad de “allanar el camino para el acceso a los mercados”.
Lo que dice el deudor
El Gobierno argentino busca negociar con el FMI un nuevo programa financiero “sostenible” en el tiempo y pone el acento en la “responsabilidad compartida” entre el organismo multilateral y la administración de Mauricio Macri. Ese mensaje llevó el ministro de Economía, Martín Guzmán, cuando el jueves 26 de agosto expuso en el Congreso ante la Comisión Bicameral de Deuda.
Para el jefe del palacio de Hacienda, “la sostenibilidad de la deuda debe ser el principio rector” y “los acreedores son responsables cuando un deudor entra en una situación insostenible”.
En su análisis indicó que con las herramientas disponibles de hoy la Argentina puede renegociar los vencimientos con el Fondo a 10 años pero que, a nivel multilateral, está insistiendo en un nuevo tipo de financiamiento que contemple la crisis de deuda de los emergentes.
Un préstamo histórico
En septiembre del 2018, el Gobierno de Macri y el FMI firmaron un pacto de auxilio financiero valorado en 56.300 millones de dólares, el mayor préstamo de la historia del organismo para un solo país, de los cuales se desembolsaron 44.154 millones.
Según aquel acuerdo, el país debería pagar al organismo, entre capital e intereses, 19.020 millones de dólares el próximo año, 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones en 2024.
Argentina, que arrastra tres años de severa recesión y fuertes desequilibrios macroeconómicos. Ahora, el Gobierno de Alberto Fernández alega que necesita cerrar un nuevo acuerdo con el organismo ya que no está en condiciones de afrontar los pesados compromisos de pago incluidos en el pacto de 2018.
El pasado 28 de julio Argentina completó pagos por casi 230 millones de dólares al Club de París, como parte del acuerdo logrado en junio para evitar que la nación suramericana cayera en cese de pagos con el grupo de 22 países acreedores.
Como parte del entendimiento, el país se comprometió a pagar un total de 430 millones de dólares al Club de París antes del 31 de marzo de 2022. Luego se estableció que el pago se haría en dos cuotas, una la de julio pasado, por unos 230 millones, y otra a finales de febrero de 2022, por unos 200 millones.
En ese sentido, el ministro de Economía resaltó que este acuerdo permitió un “alivio de alrededor de 2.000 millones de dólares” para este año.
El mes pasado ingresó al país 4.344 millones de dólares en concepto del reparto de la moneda del FMI (DEG) entre los países socios del organismo. Suma que pasará a engrosar las reservas y sin costos para el Estado argentino. |