El comportamiento es estudiado por economistas desde hace varios meses y la variación que se da entre el incremento de la carne por debajo de la inflación responde a una serie de factores, entre los que se cuenta el menor consumo y factores climáticos. Por otra parte, coadyuvó a que la inflación no se recalentara aún más.
La caída del consumo está vinculada a cambios en los hábitos de alimentación, pero también a la inflación general que restringió el poder de compra de las familias. Entre los factores climáticos el de mayor impacto fue la sequía que obligó a muchos productores a enviar su hacienda a los frigoríficos antes de los momentos apropiados por no poder mantener su condición de sanidad.
Un estudio de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) señaló que en noviembre el valor promedio de los animales en pie negociados en el mercado de Cañuelas registró un pequeño rebote, luego de la fuerte caída observada en los dos meses previos, que coincidió con un importante incremento del número de cabezas comercializadas.
“La retracción de la demanda de carne vacuna china a partir de agosto, la fuerte contracción de los valores pagados en los mercados europeos y chileno desde el segundo trimestre del año, y el deterioro que registra el poder adquisitivo de las familias argentinas favorecido por una tasa de inflación galopante, se reflejan de forma clara en el valor de la hacienda local en los últimos meses”, afirmó la entidad.
CICCRA precisó que por un lado el precio promedio subió 1,5% mensual y se ubicó en $255,5 por kilo vivo, mientras que el total de cabezas negociadas subió 25,9% respecto al mes previo y llegó a 101.325 animales.|