La nueva normalidad, en términos económicos, no durará mucho. El ministro de Economía, Martín Guzmán, quiere achicar el déficit fiscal y con el fin de la cuarentena estricta el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) es la principal víctima.

El Gobierno avanzará con la reducción de beneficiarios del último IFE que percibirían unos 2,5 millones de personas en diciembre. Según trascendió, se mantendrían el beneficio los jóvenes de 18 a 25 años, el grupo más golpeado por la falta de trabajo a raíz de la crisis económica heredada y agravada por la cuarentena, y las mujeres jefas de hogar sin empleo ni ingresos.

Quienes cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH), Asignación Universal por Embarazo, monotributistas de categorías más bajas y el personal de casas particulares, no cobrarían el beneficio.

De todos modos, el Gobierno todavía está estudiando quiénes serán los que puedan cobrar los 10.000 pesos. Se estima que la reducción rondaría en los 6.500.000 beneficiarios.

Con esta disminución, el pago del bono en diciembre representará unos 28.000 millones de pesos, poco menos del 30% de lo que venía costando hasta ahora.

La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, dijo que el Gobierno prevé menos gastos porque considera que -vacuna mediante- en 2021 no será necesario el paquete para combatir el Covid.

Del universo actual que percibe el IFE, casi 5 millones son mujeres y el rango etario en donde más se concentraron los beneficios es entre los 25 y 34 años, unos tres millones de personas.