Las pastas secas subieron 67 puntos menos que la inflación y el asado 94 puntos más en el mismo período. En general, los precios que componen la canasta básica de consumo tuvieron durante los últimos 26 meses una marcada dispersión. Conocé cuáles fueron los productos más afectados.
El contraste entre una inflación que desde diciembre de 2019 hasta febrero último fue del 123,5% con una suba del precio de los fideos secos que en el mismo lapso fue del 56,5% y una del asado que llegó al 217,5%, se da a conocer en medio de las gestiones del área económica del Gobierno para implementar medidas y acuerdos sectoriales que consigan atenuar el alza de precios, que en febrero fue del 4,7%.
La información forma parte del último reporte semanal de la Consultora Sarandí, en base a los relevamientos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborados mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El viernes pasado el Presidente dispuso la suspensión de la rebaja de dos puntos porcentuales en las retenciones a la harina y el aceite de soja y la creación de un Fondo Estabilizador del Trigo, en atención a los aumentos de los precios internacionales de la commodities agrícolas tras la invasión de Rusia en Ucrania.
De diez alimentos básicos seleccionados, la consultora dirigida por el economista Sergio Chouza comprobó que en seis casos los incrementos en los 26 meses transcurridos fueron mayores al promedio general, en tanto los otros cuatro se ubicaron por debajo del 123,5% acumulado desde diciembre de 2019.
Sarandí planteó en su análisis semanal que "el debate teórico sobre las causas de la inflación es uno de los más intensos en la disciplina en nuestro país" y que en ese contexto "la discusión sobre controles de precios y emisión ha encontrado ciertos límites".
Al respecto, postuló que "las posiciones maniqueas se chocan contra la evidencia empírica y las respuestas simplistas son cada vez más efímeras", al tiempo que advirtió sobre las falencias en el análisis, tanto en las propuestas ortodoxas como en las heterodoxas.
En ese sentido, señaló que "descuidar la macro es un problema habitual en las corrientes de pensamiento crítico", pero por otro lado remarcó que "soslayar la importancia de la coordinación para generar referencias suele ser propio de la petulancia ortodoxa".
"Hoy la macro vuelve a transitar un sendero de ordenamiento, pero ningún fruto madura rápido. Faltan aún varios años hasta recuperar los equilibrios fiscal, monetario y de financiamiento", finalizó.|