Sin un acuerdo cerrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el equipo económico del presidente Alberto Fernández se encuentra con el desafío de enviar el próximo mes al Congreso el Presupuesto 2022. El último que presentó el ministro de Economía, Martín Guzmán, que aún sigue vigente, no resultó un faro certero para los inversionistas.

De la reunión que tuvieron ayer los integrantes del Gabinete económico para aunar criterios de la letrea de la denominada como Ley de leyes, no quedó mucho. La pandemia por Covid y la falta de definiciones sobre los acuerdos con los acreedores como el FMI y el Club de París, dificulta uno de los principales componentes de cualquier presupuesto anual: la previsibilidad.

En el horizonte del Gobierno figura la “reactivación económica”, una vieja consigna que parece haber sido labrada en piedra y que es tomada por cada mandamás que llega a la Casa Rosada. Sin embargo, el Gabinete económico parece tener en claro algunas líneas por donde caminar.

Una de ellas es la del camino de fortalecimiento de Pymes, la capacitación, y la conversión de planes sociales en trabajo. Poco para la proyección presupuestaria de un país con la crisis económica hasta las narices. De todos modos, el proyecto de ley que se enviará al Congreso se encuentra en plena construcción.

El conclave de ayer que se llevó a cabo en la Casa Rosada y participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros de Economía, Martín Guzmán; Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; Trabajo, Claudio Moroni; y Desarrollo Social, Juan Zabaleta, además del presidente del Banco Central, Miguel Pesce; la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.

Indicadores positivos y cautela por la campaña electoral

“La perspectiva para el país es una reactivación vigorosa, ya pensando en el escenario de salida de la segunda ola, y mirando hacia adelante, con objetivos de desarrollo, reactivación y mucho más empleo”, dijo Kulfas cuando finalizó la reunión. Su entusiasmo fue sustentado con datos sobre el crecimiento de la industria, la recuperación del empleo durante el primer semestre, entre otros.  

A simple vista, los indicadores económicos que exhibe el Gobierno parecen positivos:

• El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de junio pasado, que avanzó 2,5% hasta un nivel similar al de marzo 2021 y 10,8% con relación a un año atrás.
• La reactivación de la industria manufacturera, que creció 11,7% en junio en comparación a junio de 2019; y en el primer semestre de 2021 aumentó 4,6% respecto al mismo semestre de 2019; con 23 mil puestos industriales más que a finales de 2019.
• La inversión creció 14% en el primer trimestre de 2021 respecto a 2019, impulsando el empleo en los fabricantes de bienes de capital (2.200 empleos formales más que en 2019, con un muy buen desempeño de la industria de maquinaria agrícola, que creó 1.200 de esos empleos).
• El comercio exterior alcanzó en los primeros siete meses de 2021 el mayor crecimiento en ocho años. Las exportaciones del mes pasado se ubicaron entre los mejores registros de julio de la historia del comercio exterior; y el saldo comercial de los primeros siete meses fue superavitario en US$ 8.310 millones.

De lo que trascendió de la reunión, tal vez lo más interesante es lo que dijo Kulfas sobre la reconversión de los planes sociales. El plan es “constituir una suerte de coordinación entre los ministerios de Economía, Desarrollo Social, Trabajo y Desarrollo Productivo para fortalecer la idea de convertir una buena parte de los planes sociales en empleo”.

Según el ministro, “algunos se irán convirtiendo con el trabajo que se va generando en el mercado laboral, que lo vemos cada mes con más actividad, pero también trabajaremos con las cooperativas” y agregó que “el objetivo es poder consolidar esta recuperación y que parte de estos planes se puedan convertir en empleos con todos los derechos que deben tener las y los trabajadores”.

Kulfas sacó pecho cuando habló sobre el crecimiento de la industria argentina, la recuperación del empleo durante el primer semestre, y el impulso de la Ley de Economía de Conocimiento. “Hemos lanzado un programa que es una capacitación para 60 mil chicos y chicas, porque hoy chico que se forma en la programación es chico que consigue un empleo en el sector”, afirmó.

El Poder Ejecutivo enviará el Presupuesto 2022 recién después de las elecciones primarias del 12 de septiembre. Los funcionarios que integran el Gabinete económico prefieren no dar más detalles sobre la planificación de las partidas para el próximo año para evitar que la discusión se de en un marco electoral. Algo que, al fin y al cabo, no podrán evitar porque el proyecto de ley ya estará en el Congreso en plena campaña política por las elecciones legislativas, pautadas para noviembre.   |