Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 24 de los 38 países que actualmente forman parte de la entidad se cobra un impuesto a la herencia o legado.
Entre ellos, se cuentan numerosos territorio que representan el 50% del PBI mundial, como Francia, Japón, Alemania y Estados Unidos.
No obstante, advierten que la recaudación por estos gravámenes representa, en promedio, el 0,5% de los ingresos fiscales totales de la OCDE, mientras que en la década de los 70 se llegó a recaudar el doble, es decir, el 1%.
El último informe de Impuestos sobre sucesiones en los países de la OCDE, publicado en mayo de este año y que se puede consultar en línea, refirió que en 21 países se cobra el impuesto a la herencia (inheritance tax, en inglés).
Mientras que en Reino Unido, Dinamarca y Estados Unidos se recauda el impuesto a la sucesión (estate tax), el cual se aplica sobre el valor neto de la propiedad de la persona fallecida.
De los miembros de la organización que cobran este impuesto, Corea del Sur ocupa el primer lugar, con 1,6% de ingresos recaudados por el impuesto a la herencia. Por ejemplo, durante 2021, la familia de Lee Kun-hee, el ex director de la gigante tecnológica Samsung y la persona más rica del país, pagó más de 10,700 millones de dólares.
Los primeros cinco puestos los complementan Bélgica, con 1,4%, Francia y Japón, ambos con 1,3% y Finlandia, con el 0,7%.
En el último lugar de la lista se encuentra Lituania, con 0,1% recaudado por impuesto a la herencia. En este país, al igual que en Bélgica, el gravamen no rige de manera nacional, sino por regiones autónomas con el visto bueno del gobierno, al igual que en España y Suiza.
De acuerdo a las especificaciones del informe, lo que representa en la recaudación total dicho impuesto es un promedio de 0,53%.
“Las generosas exenciones fiscales y otras formas de alivio son un factor clave que limita los ingresos de estos impuestos. Además de limitar los ingresos, las exenciones benefician principalmente a los hogares más ricos, reduciendo la progresividad efectiva de los impuestos sobre sucesiones”, detalla la OCDE en su escrito.
La organización señala que en 10 países los impuestos a la herencia, legado o donaciones han desaparecido, lista en la que figura México, Austria, República Checa, Noruega, Eslovaquia, Suecia, Israel, Nueva Zelanda, Australia y Canadá. Y en sólo dos, Estonia y Letonia, nunca han existido tales gravámenes.
El mismo estudio destaca que el alto grado de concentración de la riqueza en los países miembros, así como la distribución desigual de las transferencias de riqueza, refuerza aún más la desigualdad. En promedio, las herencias y regalos reportados por los hogares más ricos (20% superior) son cerca de 50 veces más altos que los reportados por los hogares más pobres (20% inferior).
Los que más cobran
A la cabeza de los países en los que el impuesto es más oneroso para los herederos se encuentra Japón, la tercera economía mundial medida por PBI, donde el valor asciende al 55%.
Le siguen en la lista Corea del Sur (50%), Francia (45%), Estados Unidos y Reino Unido (ambos con 40%).
En Alemania, en tanto, se realiza una diferenciación entre cónyuges e hijos, a quienes se les cobra un 30%, hermanos un 43% y para otro tipo de herederos llega hasta el 50%.
En el top 10 están, además, dos países latinoamericanos como Ecuador, donde se cobra un 35%, y Chile, uno de los modelos de la derecha regional, donde el valor asciende al 25%.
El debate en la Argentina
Según la OCDE, de la cual Argentina es postulante para ser miembro a futuro, “la tributación a la herencia puede ser un instrumento importante para abordar la desigualdad, particularmente en el contexto actual de desigualdad de riqueza persistentemente alta y nuevas presiones sobre las finanzas públicas vinculadas a la pandemia de Covid-19”.
De la misma forma lo entiende el gobierno de Alberto Fernández, desde donde en la última semana se manifestaron al respecto.
Al igual que en algunos países, en la Argentina se aplica el gravamen de manera jurisdiccional, como en la provincia de Buenos Aires, donde está vigente hace una década.
En el marco del nuevo pacto fiscal firmado por todos los gobernadores, a excepción del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis, indicó: "Por la academia internacional es el impuesto mejor visto porque genera equidad en esto que muchos hablan, de la meritocracia. No es meritocracia cuando recibís herencias distintas a lo largo del tiempo y cómo se van acumulando", fustigó contra la tribuna liberal.
“La idea es durante 2022 darnos el espacio para analizarlo, solamente eso, después será una potestad de las provincias", aclaró Batakis. |