Cada vez que se habla de algo que haya distinguido a la década de los 90’ en la Argentina, la aplicación de la economía dolarizada es un hecho que marcó a fuego a esa generación del país.
Si bien no tuvo mayor trascendencia, esta semana, en soledad y sin la firma de ningún miembro de su bancada, el diputado nacional del radicalismo por San Luis, Alejandro Cacace, presentó formalmente la iniciativa que impulsa la "dolarización oficial" de la economía argentina.
El legislador, del riñón de “Evolución”, el espacio conducido por el senador Martín Lousteau recibió el rechazo de su propio sector político, cuyo líder se mostró en total desacuerdo con la iniciativa, afirmando que “no solo es inviable sino que sería negativa" para el país.
En concreto, el proyecto proponía "establecer el dólar de los Estados Unidos de América como moneda de curso legal de la República Argentina". También fija el tipo de cambio de conversión entre el peso y el dólar de los Estados Unidos, que será igual "al cociente entre los pasivos monetarios y no monetarios del Banco Central de la República Argentina y las Reservas Internacionales".
A su vez, señalaba que al entrar en vigencia la ley, el BCRA canjearía los pesos "en circulación por dólares de los Estados Unidos de América al tipo de cambio de conversión" fijado por la institución monetaria. Tras ese canje, todas las operaciones financieras, como depósitos, créditos, emisión de títulos valores y cualesquiera otras realizadas por medio del sistema financiero, así como los registros contables del sistema financiero, "se expresarán en dólares de los Estados Unidos de América".
Otra de las medidas que propone es imponer un plazo de 180 días para la entrada en vigencia de la nueva moneda y el cese del peso.
En Argentina, no es nueva la propuesta de dolarizar la economía, incluso es un tema recurrente cada vez que se entrevista a un economista.
En esta oportunidad, la idea de dolarizar la puso sobre la mesa el diputado Javier Milei, que la presentó como "la única receta viable". Del otro lado, aparecieron quienes echan por tierra la iniciativa. De ese lado, están el titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce; el exministro de Economía Alfonso Prat-Gay, y el economista Carlos Melconian como voces relevantes.
El titular del Banco Central de la República Argentina, Miguel Ángel Pesce, apuntó contra quienes plantean la idea, “algunos hablan de dolarización y te lo venden como algo posible, pero no explican que para llegar a eso hay que hacer un ajuste tremendo", advirtió.
Para el exministro de Economía Alfonso Prat Gay, quienes proponen eso “no dicen toda la verdad” ya que “ocultan” un posible Plan Bonex y así “eliminar el peso”. En ese sentido, el economista analizó que si se desea resolver el problema de la inflación no debe ser por la vía de la dolarización: “Tenés que tener un Banco Central independiente; un directorio que si no cumple, se va a la casa y que no acepte ninguna instrucción del Poder Ejecutivo; y gente idónea para manejarlo que no se amiga del poder”.
Otra de las voces que se refirió al tema fue Carlos Melconian, quien planteó “ir claramente a un nuevo régimen monetario sin esas estupideces que he leído en estos días de sin reservas tener dolarización, un disparate total”.
En este sentido, el presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), planteó un programa que elabora para presentar al próximo presidente que surja de las elecciones del 2023 tiene como principio la idea de que “hay que dar la libertad de elegir y reconocer legalmente la bimonetariedad” de la economía argentina.
“Todos los que tienen un proceso dolarizador en la cabeza tienen que llamar a Coperfield para ver cómo se dolariza esta economía. Viene Coperfield, hace así (unos ademanes) y arregla el balance del BCRA”, dijo al recordar al célebre mago e ilusionista de los años 90’.|