El Gobierno de Jair Bolsonaro busca dinamitar lo poco que queda del dañado Mercosur. Brasil autorizó una importación de 750.000 toneladas de trigo libre de aranceles para países ajenos al Mercosur.
Situación que debilita la relación con los países del bloque. Argentina representa el 85% del mercado del trigo que Brasil, que en 2020 compró 5 millones de toneladas de ese cereal a la Argentina. La medida sin embargo era previsible: en mayo de 2019 Brasil incluyó entre sus proveedores fuera del Mercosur una ampliación de compras a Estados Unidos, Canadá y Rusia.
La medida de Bolsonaro disparó una fuerte protesta diplomática de la Argentina, ya que perjudica en forma directa a la producción triguera argentina. Pero quien más esta sufriendo la medida es el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, quien expresó su "profunda preocupación y rechazo" al decreto de Bolsonaro.
El decreto 10.557, que lleva la firma de Bolsonaro y de la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, oficializa lo que ya ocurría cuando Brasil terminaba importando una cuota extra de trigo fuera del Mercosur, explicaron fuentes del sector agropecuario.
"Expreso mi profunda preocupación y rechazo por el decreto 10.557 de la República de Brasil", escribió Scioli en su cuenta de Twitter. De esta manera quedó institucionalizada la cuota que antes era considerada excepcional.
La medida podría favorecer a Estados Unidos o Canadá como exportadores de trigo. "El trigo representa el 15% del monto total de nuestras exportaciones a Brasil, y es uno de los tres principales productos exportados", explicó Scioli en Twitter. La actual campaña del trigo estuvo muy afectada por la sequía y heladas y en los hechos lo resuelto por Bolsonaro complica aún más la relación de Alberto Fernández con el campo, el cual mantiene hasta el miércoles un lockout.