El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, presentó el Proyecto de Ley “Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial”, que ya cuenta con media sanción en Senadores, en la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, que preside el diputado José Ruiz Aragón (FdT).

El proyecto que obtuvo dictamen favorable de la Comisión promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena a partir de brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal, y al mismo tiempo, complementa la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.

Según se observa en el mercado internacional, el cannabis está creciendo sensiblemente, en la medida que se autoriza su uso para fines médicos y terapéuticos y Argentina cuenta con grandes oportunidades para ser un “jugador relevante”, por su tradición agropecuaria, su conocimiento científico y tecnológico y sus capacidades productivas, describen los especialistas

En números, el potencial económico para el desarrollo de la actividad del cannabis medicinal y el cáñamo industrial para el año 2025 se estima en 10.000 nuevos empleos (alto porcentaje en I+D+i), lo que se divide en US$500 millones en ventas al mercado interno anuales y US$50 millones de exportación anuales.

La iniciativa impulsada por la cartera productiva contempla la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME)., que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las instancias de regulación involucradas. La entidad, que orbitará en el ámbito Ministerio de Desarrollo Productivo, tendrá autarquía técnica, funcional y financiera.

En ese sentido, el ministro de Desarrollo Productivo explicó que se trata de “un mercado global emergente y es una oportunidad para que la Argentina se desarrolle en esta actividad”. “Más de 50 países del mundo han avanzado con esta legislación”, fundamentó.

Sobre la iniciativa que se presentó en el mes de julio, primero en el marco del Consejo Económico y Social y luego en el Senado, que le dio la media sanción con algunas modificaciones que “enriquecieron” el debate Kulfas expresó que generará “empleos de calidad, 10.000 puestos de trabajo y nueva actividad económica de exportación, y con ello va a arrancar un sector con presencia federal en la actividad primaria, en ciencia y tecnología, en la actividad industrial y un incipiente desarrollo en varias provincias de la Argentina".

“Es una actividad que genera gran cantidad de eslabonamientos, tanto hacia atrás como hacia adelante de la cadena productiva, lo que implica que haya más de 200 productos o subproductos vinculados al cultivo del cannabis". Además, destacó la existencia de redes de investigación, "iniciativas provinciales y municipales" así como emprendimientos privados exitosos”.

Debate para saltar la grieta

Para despejar dudas en la cámara baja, una vez que el proyecto ya alcanzó la aprobación del Senado, el ministro Kulfas abordó los principales puntos, ayer, en la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara. “Ahora estamos a la expectativa de que sea tratado en la Cámara de Diputados y tener una buena reunión de trabajo para despejar dudas e inquietudes”, indicó.

“En el Senado lo logramos, no hubo grieta y esperamos que se repita en Diputados”, dijo Kulfas y añadió que el oficialismo quiere “un proyecto para la Argentina, no para una fuerza política”.  “Queremos trabajar en lo que es investigación y desarrollo, con ámbitos científicos y tecnológicos·, añadió y contó que un investigador argentino que vive en Israel ayudará a pensar en este punto. “Esto no es menor –aclaró- porque un producto de mala calidad vale 10 veces menos que uno que tenga todos los estándares de calidad necesarios”.

En relación a la capacidad de exportación señaló que se debe alcanzar la “excelencia”, siguiendo estándares de alto valor internacional pero que permita “precios accesibles” en el mercado interno. “Nuestro objetivo es desarrollar una industria nueva en escala productiva”, destacó y confirmó que “requiere desafíos enormes porque todavía hay mucho para aprender”.

Un pronóstico “conservador”, según Kulfas en base a los últimos estudios, indican que la actividad puede generar inversiones por US$ 100 millones, ventas al mercado interno por US$ 500 millones y exportaciones por US$ 50 millones. “En los países líderes en el sector, el 20% de los empleos de la cadena productiva están destinados a investigación y desarrollo”, apuntó.

Además, destacó el impacto federal de la nueva industria con capacidad de producción en Jujuy, La Rioja, San Juan y Entre Ríos, pero agregó que “en todo el país puede haber algún tipo de desarrollo”, ya que es una cadena que integra más de 200 productos, subproductos e insumos.

Respecto a la explotación del cáñamo, una variedad del cannabis que tiene muchas aplicaciones y puede “dinamizar” economías regionales, explicó que “genera efectos benéficos de remediación sobre el suelo, y luego puede ser utilizada como bioplásticos, autopartes, fibras textiles”.|