La propuesta elevada por el Enre, el ente regulador de las empresas de distribución eléctrica, pretende equilibrar la balanza entre economía y beneficio para la parte operativa. Es así que cerca de 487.000 hogares de Buenos Aires perderán una parte de los subsidios. El Estado busca reducir el porcentaje que subsidia actualmente del 65% para cumplir con lo solicitado por el Fondo Monetario Internacional.
Ante esto, se estima que muchos barrios de la Ciudad y el Conurbano pueden afrontar los costos de la energía eléctrica sin depender de los subsidios estatales. El precio de la energía es el mayor componente en las boletas de luz. La actual administración decidió que los costos de generación eléctrica se trasladen "parcialmente".
En este sentido, el 17 de marzo se realizará una Audiencia Pública para establecer las nuevas tarifas, teniendo en cuenta que la Subsecretaría de Energía Eléctrica ya estableció un tope de 20% de incremento. Sin embargo, los hogares que perderán subsidios afrontarán incrementos mayores.
Un total de 487.000 usuarios residenciales dejarán de estar subsidiados: 67.800 provienen del Gran Buenos Aires y 48.000 usuarios en 466 countries y urbanizaciones cerradas en esa región, "cuentan con un conjunto de características que las vuelven accesibles sólo para sectores de altos ingresos".
La mayor parte de esos hogares se encuentran ubicados en Puerto Madero y en gran parte de los barrios de Recoleta, Palermo, Belgrano y Núñez, una parte de Colegiales, algunas manzanas de Villa Urquiza, Retiro, Saavedra y Villa Devoto y una zona de elevado valor en Caballito.
En el Gran Buenos Aires (GBA) se identificaron 67.800 personas usuarias, que habitan en una zona específica denominada “el bajo” integrada por los partidos de Vicente López y San Isidro. Los residentes en esas áreas que consideren que deben seguir manteniendo los subsidios pueden completar un formulario. Allí deben indicar, a través de ciertos datos, que no "cuentan con la capacidad económica para afrontar el costo pleno de la tarifa eléctrica".
En 2021, los subsidios energéticos superaron los US$ 11.000 millones, casi el doble del presupuesto original, que los señalaba en US$ 6.000 millones. Dos de cada tres pesos de subvenciones fueron para la electricidad. Para evitar la suba de tarifas, el Gobierno subsidia dos terceras partes de los costos eléctricos.
A su vez también hay usuarios industriales y comerciales que pagarán tarifa eléctrica “plena”. “Desarrollan actividades que se caracterizan por tener precios dolarizados o financiamiento externo, que poseen elevada rentabilidad y/o pertenecen a mercados no transables (por lo que no tienen competencia con el exterior)”, detalla el organismo.
“En esta primera etapa se avanzará por las siguientes actividades: sector financiero; concesionarias de autopistas; transporte ferroviario urbano y suburbano de pasajeros; generación, transporte y distribución de electricidad y transporte y distribución de combustibles gaseosos; servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales (embajadas), juegos de azar y apuestas y usuarios que pertenecen al sector público nacional, CABA, PBA y sus municipios”, estima el ENRE.|