El Banco Central recibió este martes el giro de US$ 4.000 millones que habilitó el Fondo Monetario Internacional tras la aprobación de las metas del primer trimestre y las reservas volverán a ubicarse en la zona de los US$ 42.000 millones.
De esta forma la autoridad monetaria logrará un alivio momentáneo luego de estar obligado a ceder divisas durante la semana pasada para el pago de importaciones de energía y la cancelación de un vencimiento de US$ 2.700 millones con el propio FMI.
El viernes el board del organismo internacional dio por cumplida la primera revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas y ese visto bueno habilitó el desembolso, que se utilizará para hacer frente a próximas obligaciones con la institución.
El acuerdo prevé que la Argentina obtendrá fondos por el equivalente a US$ 44.000 millones -monto del préstamo que se le otorgó a Macri- a lo largo de 30 meses a cambio de una serie de objetivos económicos. Luego los vencimientos de los nuevos créditos se comenzarán a pagar en cuatro años.
El Banco Central está librando una dura batalla para equilibrar el uso de las divisas y ayer tomó una serie de medidas que fortalecieron el cepo que pesa sobre las empresas.
El equipo económico apunta a diagramar una ingeniería que le permita "pasar el invierno". Consideran que la actual coyuntura de caída de reservas y aumento del dólar es consecuencia de un cambio en la estacionalidad en la macroeconomía a raíz de la guerra-.
Por un lado, se incrementó el requerimiento de dólares por el aumento del precio de la energía en momentos en que se disparó la demanda de combustible para hacer frente a la cosecha.