La medida se extenderá hasta el miércoles. Acusan al Ejecutivo de haber tomado “una suma de decisiones” que “deterioran el potencial productivo del campo”. La última chispa fue el congelamiento temporal de las exportaciones de maíz. No habrá marchas ni cortes de ruta.
Hoy el Gobierno reabrió parcialmente las exportaciones de maíz, por unas 30.000 toneladas diarias, para intentar destrabar el conflicto con el sector agroexportador. Pero la famosa Mesa de Enlace -algunos la rebautizaron como Comisión-, ya había lanzado el paro de 72 horas.
Por la mañana se reunirán los popes de la Mesa de Enlace para analizar la nueva postura del Gobierno. Es el segundo paro convocado por las entidades rurales desde que asumió Alberto Fernández.
Durante los tres días que durará el lockout patronal no se comercializarán granos y habrá asambleas de productores en diferentes puntos del país con la intención de paralizar todas las actividades. La medida no incluirá cortes de ruta ni marchas de protesta.
La Sociedad Rural, Confederaciones Rurales y Federación Agraria, son las que encabezan el reclamo. En cambio, Coninagro decidió no adherir.
Hasta último momento, el Gobierno intentó frenar la medida. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, recibió al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) pero no las negociaciones no prosperaron.
"Apelamos a la responsabilidad y solidaridad de los productores para que la medida sea un llamado de atención", se lee en un comunicado difundido a última hora por la Mesa de Enlace.
Las entidades agropecuarias sostienen que "el malestar que existe en el campo producto de una suma de decisiones del Gobierno que se vienen acumulando desde el año pasado y que deterioran el potencial productivo del campo".
También pidieron que se "visualice que el cierre de exportaciones del maíz y las otras decisiones desfavorables que afectan la producción del campo argentino, también deterioran el futuro del país".
Sobre la divergencia de Coninagro, indicaron que los integrantes de la Comisión de Enlace vienen "trabajando hace muchos años en los consensos de nuestras entidades, pero también supimos respetar las diferencias que pudieran surgir en la toma de decisiones para manifestar el descontento hacia medidas desfavorables para el sector agropecuario".
En Santa Fe, Córdoba y en el interior de Buenos Aires hay asambleas de productores “autoconvocados” que aseguran que el cierre temporal de las exportaciones de maíz representa el primer paso de una “etapa de intervencionismo”. Son sectores que mantienen posturas más duras en contra del Gobierno y critican a la Mesa de Enlace por “excesivo” diálogo.