Hoy el Gobierno reabrió parcialmente las exportaciones de maíz, por unas 30.000 toneladas diarias, para intentar destrabar el conflicto con el sector agroexportador. Pero la famosa Mesa de Enlace -algunos la rebautizaron como Comisión-, ya había lanzado el paro de 72 horas.
Por la mañana se reunirán los popes de la Mesa de Enlace para analizar la nueva postura del Gobierno. Es el segundo paro convocado por las entidades rurales desde que asumió Alberto Fernández.
Durante los tres días que durará el lockout patronal no se comercializarán granos y habrá asambleas de productores en diferentes puntos del país con la intención de paralizar todas las actividades. La medida no incluirá cortes de ruta ni marchas de protesta.
La Sociedad Rural, Confederaciones Rurales y Federación Agraria, son las que encabezan el reclamo. En cambio, Coninagro decidió no adherir.
Hasta último momento, el Gobierno intentó frenar la medida. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, recibió al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) pero no las negociaciones no prosperaron.
Por qué explotó el conflicto
- El cierre de las exportaciones de maíz durante enero y febrero fue la chispa que encendió el polvorín del sector agroexportador. El Gobierno tomó esa medida para evitar que sigan aumentando los precios de los productos alimenticios que utilizan el grano como consecuencia de falta de abastecimiento interno.
- El Gobierno optó cierre temporal de las exportaciones del grano porque los privados no llegaron a un acuerdo de abastecimiento que evite faltantes y sobreprecios. Por ejemplo, los costos de la producción ganadera aumentaron por la falta de maíz. Esa situación llevó a que el kilo de carne sea más caro.
- En voz baja, desde el Gobierno dicen que el circuito agroexportador tiene acumulado grano a gran escala y prefiere exportarlo porque las ganancias son en dólares. Situación que acarrearía una disminución notable en el abastecimiento interno.
- En el marco de las negociaciones para destrabar el paro que se avecinaba, las exportadoras garantizaron que el abastecimiento de la demanda interna del maíz. Pero desde el Gobierno observaron que no había garantías sobre el asunto.
Lo que se está diciendo
"Apelamos a la responsabilidad y solidaridad de los productores para que la medida sea un llamado de atención", se lee en un comunicado difundido a última hora por la Mesa de Enlace.
Las entidades agropecuarias sostienen que "el malestar que existe en el campo producto de una suma de decisiones del Gobierno que se vienen acumulando desde el año pasado y que deterioran el potencial productivo del campo".
También pidieron que se "visualice que el cierre de exportaciones del maíz y las otras decisiones desfavorables que afectan la producción del campo argentino, también deterioran el futuro del país".
Sobre la divergencia de Coninagro, indicaron que los integrantes de la Comisión de Enlace vienen "trabajando hace muchos años en los consensos de nuestras entidades, pero también supimos respetar las diferencias que pudieran surgir en la toma de decisiones para manifestar el descontento hacia medidas desfavorables para el sector agropecuario".
Lo que se verá
- Habrá asambleas de productores en las principales ciudades productoras de Santa Fe, Córdoba y el norte de Buenos Aires.
- La oposición aprovechará el conflicto para cargar contra el Gobierno. Tanto el sector agroexportador como la Sociedad Rural Argentina tienen más afinidad con Junto por el Cambio que con el Frente de Todos que lidera el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Para prestar atención
En Santa Fe, Córdoba y en el interior de Buenos Aires hay asambleas de productores “autoconvocados” que aseguran que el cierre temporal de las exportaciones de maíz representa el primer paso de una “etapa de intervencionismo”. Son sectores que mantienen posturas más duras en contra del Gobierno y critican a la Mesa de Enlace por “excesivo” diálogo.
