En plena prueba de fuerza entre el Gobierno y las prepagas, el presidente Alberto Fernández recibió al titular de la Unión Argentina de Entidades de Salud privadas (UAS), Claudio Belocopitt. No hubo ningún acuerdo, pero sí promesas de revisar la suspensión del aumento de las prepagas.

La reunión de ayer fue más larga de lo previsto, en principio duraría no más 45 minutos y finalmente se extendió por casi dos horas. De todos modos, el empresario se fue con las manos vacías. Según diferentes voceros del off de la Casa Rosada, todo indica que no habrá una segunda marcha atrás por parte del Gobierno. Aunque, se estudiará una serie de compensaciones para el sector.

En un principio, el Gobierno había autorizado el aumento de las prestaciones de salud y luego se arrepintió. Por otra parte, en el sector de la medicina privada hay mucha inquietud por las versiones de un supuesto plan del oficialismo para unificar los sistemas público y privado de Salud.

Al retirarse de la Casa Rosada, Belocopitt dijo que Fernández prometió "analizar" el reclamo de las prepagas, pero no más que eso. También señaló que hay "distintas posibilidades en carpeta” para evitar trasladar el aumento al usuario. “Pero que se den beneficios impositivos para compensar", pidió como condición sine qua non.

El representante de uno de los sectores privados de mayor importancia en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, dejó sobre la mesa del presidente una serie de alternativas para sortear el incremento del costo de los servicios al cliente: beneficios impositivos, la restitución de las ATP, incluso hasta la eliminación del impuesto al cheque, entre otros puntos.

Lo que se está diciendo

A menos de 24 horas de que el ministro de Salud, Ginés González García, -el pasado 30 de diciembre- oficializara la autorización para que las compañías de salud hagan un incremento del 7%, llegó la contraorden de la Presidencia. En el empresariado del sector generó rechazo, en el Gobierno aseguran que no fue una actitud caprichosa.

Algunas voces del oficialismo sostienen que las prepagas “vienen abusándose de las tarifas, pese a la ayuda que siempre les brindó el Estado”. En esa misma línea, acusan los empresarios de la medicina privada de querer “sacar ventaja de la situación de emergencia sanitaria, en desmedro de la salud pública”.

Pero esas mismas voces no quieren decir, incluso lo niegan o minimizan, que en el kirchnerismo hay un claro malestar contra Belocopitt, a quien acusan de ser “una voz más de la oposición”. El empresario es dueño de la prepaga Swiss Medical y principal accionista del Grupo América.

Los principales periodistas y comentaristas del Grupo América suelen irritar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por ende, a su entorno también. “Son como la cara más buena de Clarín, pero eso no significa que sean buenos. Son un bisturí que todos los días intentan diseccionar la unidad que hay en el Frente de Todos”, observó una fuente que se encuentra de vacaciones lejos de los despachos que tiene en el Senado y en el Instituto Patria.

Esa misma garganta cree que “el contador” del rubro de la medicina privada, dueño de más de media docena de clínicas, “es un actor secundario” y apunta contra los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano. “Durante la campaña hubo algunos gestos de acercamiento pero algo debe haber pasado en el camino, no lo sé”, agregó.

Y antes de irse dijo con tono profético: “Hora, en plena segunda ola de la pandemia, el tema son las prepagas y más adelante el tema serán las distribuidoras eléctricas”.  

Entre líneas

Horas antes de la reunión con Fernández, Belocopitt dijo en declaraciones radiales que "el Gobierno tiene derecho a hacer un sistema único si lo desea. Es un gobierno democrático y puede plantear el sistema de salud que quiera. Si en ese sistema de salud los privados no tenemos lugar, nos iremos y lo manejará otro. Pero me parece que hay momentos y momentos para la discusión".

Antes, en la misma emisora, había dicho que "hay fantasías que no tienen lógica”, refiriéndose a la idea de unificar los sistemas público y privado de Salud, algo que surgió en el bloque oficialista que conduce Máximo Kirchner en la Cámara baja, pero que no avanzó.

Según el empresario, esas “fantasías”, son “para tener el poder completo”. Sea como sea, las declaraciones de Belocopitt, previas a la reunión con el presidente, no cayeron bien en el oficialismo. “Primero te sopapean y después te golpean la puerta”, habría dicho Fernández a un colaborador tras la reunión con el hombre fuerte de la medicina privada.