“La emisión monetaria, con fines electorales o no, en un país que tiene tanta escasez y necesidad como actualmente muestra la Argentina, no implicaría en este caso que se vuelque necesariamente a la compra de dólares. Hoy es un mal necesario”, aseguró Daniel Adler, especialista en Educación Financiera y Mentoría, al responder sobre algunas de las medidas que podría tomar el Gobierno argentino.
Según el especialista, “sacar un crédito a tasa cero es beneficioso para cualquiera, porque con una inflación del 45 o 50 por ciento anual, se termina pagando solo un 45 por ciento del crédito, el resto se licua con la inflación”. Y advirtió que “hay que tener en claro para qué se va a utilizar ese crédito. Si es un crédito productivo, donde la persona lo va a utilizar para capital de trabajo, para capitalizarse, comprar mercadería, plotear una camioneta, hacer publicidad, mejorar un packaging, etc, es una cosa. Otra cosa es si se lo utiliza para pagar otros créditos o deudas, o para consumo como puede ser irse de vacaciones, comprarse ropa. Eso es un crédito tóxico y no es aconsejable tomarlo”.
Ante la posibilidad de mayor emisión monetaria por parte del Gobierno Nacional, para contar con fondos que promuevan el consumo frente a las elecciones de noviembre, Adler explicó que “venimos de tantos años de malos hábitos gubernamentales para con los ciudadanos, que es muy complicado que los planes o subsidios que se están entregando se quiten de un saque. La recomendación no es quitarlos de inmediato, sino que cada plan social tenga una contraparte; que podría ser un plan de inclusión laboral, bajo la premisa de que el trabajador figure en condición de pasante y no como un trabajador en relación de dependencia, dado que el propósito de un Gobierno debería ser la formación de más emprendedores y no de más asalariados. El receptor de este plan debe tener en claro que se lo está capacitando, entrenando, para abrir su propio negocio”.
Adler sostuvo que “ahora, una familia tipo, que tiene un ingreso de 35 o 40 mil pesos, también puede tomar la decisión de emprender, si bien se suele pensar más en cómo llegar a fin de mes, sin dudas. Claro que no podemos tirarnos a la pileta sin agua. Hay que hacer un análisis de lo que vamos a hacer, no dejar el trabajo que tengamos hasta no tener un poco más de experiencia y conocimiento de lo que queremos emprender, hasta no haber redactado un pequeño plan de lo que vamos a hacer, que es fijarnos pequeñas metas que nos van a llevar a un objetivo mayor. ¿Cómo vamos a hacer para que eso funcione? ¿Qué nombre le vamos a poner, slogan, isotipo, a qué público vamos a apuntar? En fin, tenemos que hacernos varias preguntas para enfocarnos en lo que importa que es la estrategia y que es el camino más seguro para tener un poco más de tranquilidad y llegar a la independencia financiera”.
“Se estima que la construcción de un negocio, hasta que comienza a dejar utilidades, el tiempo promedio es entre dos y tres años”, finalizó el especialista.
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