En la recta final hacia las elecciones legislativas, durante el encuentro “Congelamiento de precios: consecuencias económicas y jurídicas”, organizado por el Estudio Marval O’Farrell Mairal, el economista Fernando Marengocuestionó la estrategia de control de precios que impulsa el Gobierno nacional.
“Esta ley de abastecimiento y la fijación de precios no es más que un intento mediante una legislación de intentar vetar la ley de la gravedad”, dijo Marengo y aseguró que “es algo que nunca funcionó y aunque sigamos insistiendo, va a seguir sin funcionar”.
Junto a un panel de expertos analizaron las medidas de congelamiento de precios en Argentina y su impacto, desde una perspectiva legal y económica. En particular, reflexionaron sobre las consecuencias de incumplir con esta política de congelamiento de precios, sus características particulares y su validez bajo la Ley de Abastecimiento, y la viabilidad en general de un sistema de control de precios.
En ese sentido, el economista del Estudio Arriazu planteó que “este escenario lo que hace es, incrementar el desequilibrio: desincentiva la producción e incentiva la demanda, de modo tal que el desequilibrio que tenía inicialmente tiende a incrementarse”. Enseguida mencionó que, ante esta situación, existen tres mecanismos de ajuste: el gobierno aumenta el gasto y el déficit fiscal, incrementando las necesidades de financiamiento. Aparecen mercados informales y se producen situaciones de desabastecimiento, porque “en la medida que el sector productor sienta que ese precio fijado, es un precio que no le cubre los costos de producción o no le da suficiente tasa de retorno, lo que sucede es que se disminuye la producción”, opinó.
En línea con la evolución de los primeros 9 meses del año, las consultoras privadas no ponen ninguna cuota de optimismo sobre la evolución de precios de octubre y reflejan que el panorama continúa complejo. El índice de inflación, que según las estimaciones, volverá a rondar el 3%, se conocerá este jueves, el mismo día de cierre de campañas.
Todo indica que la inflación anual quedará por encima del 50%, una cifra que casi suplica el 29% estimado por el Gobierno en el Presupuesto, que luego fue corregido por un 45%. Un dato objetivo y con poder persuasivo sobre el electorado, que dará que hablar en las horas 48 horas previas a las elecciones.
“Hace años que en la Argentina está en una economía sujeta a la fijación de precios y no lo modificamos: bajo el sistema de precios cuidados primero, en el que las empresas proveedoras y el Gobierno fijaban los valores con mecanismos de actualización; luego, con el inicio de la pandemia, se comenzaron a imponer precios máximos en cerca de 1.200 productos considerados esenciales y ahora pasamos al sistema de precios congelados”, recordó Miguel Del Pino, socio de Marval O’Farrell Mairal.
En tanto su colega, Lorena Schiariti, analizó los efector directos en inmediatos de la resolución 1050, que, según señaló “tomó por sorpresa a muchos de los sujetos que están obligados a aplicarla”. Entre “lo más grave” la abogada destacó que “hablaba de productos que ya no estaban en producción al momento de su entrada en vigencia”. Además, explicó que al fijar solo el precio de comercialización final “generó una puja dentro de la cadena, donde se discute cómo se reparten las pérdidas de la decisión oficial”.
Por otra parte, un informe que realizó la Defensoría del Pueblo bonaerense en La Plata, el Conurbano y distritos del interior de la provincia, calculó que aumentó un 5% el número de establecimientos que respetan el congelamiento de precios. Los datos que analizaron las dos primeras semanas de congelamiento mostraron que el 75,9% de los comercios ofrecen productos dentro de los valores acordados, y que el 32,9% presentan esos artículos en stock.
Lejos de revisar su política, en los últimos días el Gobierno dobló la apuesta al congelar el precio de medicamentosy ahora busca que el precio acordado para 1432 productos de la canasta básica llegue a kioscos y almacenes a partir de negociar con los distribuidores mayoristas.
Aunque por el momento las decisiones no permiten analizar el impacto en el bolsillo de los consumidores, desde la Secretaria de Comercio de la Nación, confían en que las buenas noticias llegarán el próximo mes. “La inflación no la vas a resolver sólo desde el control de precios. Pero sí sabemos que hay una oferta monopólica y en ese contexto hay que regular los consumos esenciales”, asumió Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior en declaraciones radiales.
Respecto a la continuidad de los programas, explicó en varias oportunidades que son medidas transitorias. “La idea es lograr una canasta regulada, consensuada y estable para los argentinos para que estas frustraciones no ocurran, al menos, en los alimentos”, dijo Feletti, este lunes, en declaraciones a El Destape Radio. |
