Alberto Fernández no es Néstor Kirchner, ni la Argentina de 2020 es la de 2003. Demasiados frentes abiertos están complicando a un presidente que no logra hacer pie mientras se encamina a cumplir el 25% de su mandato.
Esta impericia es en parte por la pandemia y en parte porque en la Casa Rosada entienden que la oposición de parte del Círculo Rojo se hizo notable muy rápido. "Esto es como en el fútbol de los 90, Ruggeri sabía que tenía una o dos patadas y después aparecían las tarjetas, pensábamos que los medios y los grandes grupos nos iban a dar un año como mínimo, pero Clarín rompió antes de lo que esperábamos", explicó una alta fuente de la Casa Rosada.
Que Clarín haya roto tan temprano generó un vacío en el gobierno nacional. No lo esperaban y todos miran a Magnetto como el artífice de eso. Y es por eso que ahora el Presidente empezó a armar mesas de diálogo pero privadas, y en donde ahora se suma el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Con el trofeo de haber acordado la deuda con los privados que benefició a las empresas locales con el acceso al crédito, el Gobierno entendió que podía dejar a los empresarios que perdieron mucha plata con el macrismo, actuar con tranquilidad en busca de la venganza. Y que eso era suficiente para enamorarlos
Pero el amor es muy volátil en tiempo de pandemia y así lo empezaron a notar en los despachos de Balcarce 50 y decidieron volver a los gestos, a las caricias y el encargado de llevar adelante estos reencuentros entre el gobierno y los privados fue el más santo del gabinete.
El presidente Fernández le indicó a Gustavo Beliz que organice encuentros con pesos pesados de las empresas locales así fue que pasaron por el primer piso de la Casa Rosada empresarios del tamaño de Marcelo Mindlin (dueño de Pampa Energía), Luis Betnaza (hombre fuerte del Grupo Techint), al presidente del Grupo Murchinson, Roberto Murchinson, y a Luis Pérez Companc del grupo empresario homónimo.
"Las conversaciones giraron por diferentes temas y en algunas participó Guzmán, que te asegura que no hay un discurso de la grieta. La idea no es sumisión pero tampoco confrontación", explicaron fuentes oficiales.
Se conversó del dólar obviamente y de las restricciones y Guzmán explicó el estado de situación. En esos encuentros también se acordó que Fernández hará la apertura del Coloquio de IDEA que este año preside Murchinson. Por que una mano lava la otra y las dos se lavan mejor, y más en tiempo de pandemia.
Pero lo que se busca de parte de la Casa Rosada es otra cosa. Esta es una movidas de Alberto Fernández vía Beliz para re vincular a sectores que el magnettismo quiere divorciar definitivamente.
El albertismo busca es frenar la injerencia del uno del Grupo Clarín que nunca se traduce de manera directa en el campo de la discusión sino que lo hace desde la Asociación Argentina de Empresas (AEA) donde también este Pampa, Techint, entre otras
"Si logramos establecer un romance, aunque se de verano, que nos genere un poco de aire con el sector privado vamos a poder manejar un poco mejor los contragolpes de Clarín del ala dura del Pro a través del periodismo de guerra y le podemos poner coto a Magnetto por lo menos en su principal foro de lobby que es AEA", explicó una fuente con acceso al despacho presidencial.
En Balcarce 50 siguen de cerca los movimientos del hombre fuerte de los medios en la Argentina. Al igual que los gobiernos anteriores, saben que es el poder detrás del poder y uno de los hombres más poderoso del país. "Sabemos que van a ir por Cristina Kirchner, y mientras sea eso no hay problema porque ella sabe cómo manejarlo, pero necesitamos frenar el poder de fuego de AEA a toda costa, y eso es frenar el poder de fuego de Magnetto".