Mientras al menos cuatro provincias argentinas avanzan en legislaciones experimentales sobre el uso de la tecnología blockchain y las criptomonedas, el presidente Alberto Fernández abrió la puerta a una posible moneda digital nacional de curso legal, como instrumento que podría contener la inflación.

Las declaraciones del primer mandatario son la continuidad de las palabras vertidas ayer por Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central de la República, quien sostuvo que "vamos a regular la intersección del bitcoin con el sistema de pagos y el mercado de cambios", algo en lo que ya hicieron pie algunas naciones.

El presidente sumó su voz a la “enorme discusión sobre el funcionamiento de las criptomonedas, no solo en Argentina, es un debate mundial” y reconoció que “es un tema de cuidado, en mi caso, de cuidado por lo desconocido y porque uno no entiende exactamente cómo se materializa esa fortuna”.

“Esta duda que tengo yo la tienen muchos en el mundo, por eso no termina de expandirse el proyecto en el sistema”, le dijo el jefe de Estado al portal Filo.news.

De hecho, en los proyectos que llevan adelante Misiones, Córdoba, La Rioja y Catamarca, la preocupación principal pasa por establecer un respaldo tangible que le otorgue estabilidad a la criptomoneda o a un token y que, de esa forma, el activo digital no sea objeto de la misma volatilidad que sufren este tipo de divisas.

El ejemplo paradigmático es el del famoso bitcoin, el cual "fue creado como un mecanismo de transacciones sustituto del dinero donde el Estado no cumplía un rol", sostuvo Pesce en la apertura de una jornada sobre finanzas digitales organizada por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas.

El ejecutivo añadió que, al ser un activo escaso por naturaleza, "hace que su precio suba y lleve a la confusión de que es un activo financiero".

“Una ventaja”

Al ser consultado sobre la posibilidad de “una cripto como moneda de curso legal”, al estilo El Salvador, el presidente peronista adujo “es posible”.

Para Alberto Fernández, la utilización de divisas digitales podría significar una ventaja ya que “el efecto inflacionario se anula en gran medida. También es cierto que se genera inseguridad porque ha habido, ya se han verificado, algunas estafas con su utilización”. No obstante, los cultores de la tecnología blockchain rechazan toda posibilidad de que los datos volcados al sistema puedan ser alterados sin ser advertidos.

De todas formas, el presidente dijo que “no hay que negarse, porque tal vez es un buen camino”, indicó y subrayó: “La mayor ventaja para nosotros tendría ese sentido, de algún modo contener lo inflacionario, porque es una moneda de algún modo dura". Así, Fernández habló además de la necesidad de “regularlo de algún modo, porque puede dar lugar a los abusos”.

Criptoprovincias

En esa regulación ya avanzan al menos cuatro provincias y varios municipios argentinos. En julio pasado, Misiones se convirtió en la primera jurisdicción subnacional en aprobar una ley de innovación financiera con tecnología blockchain y criptomonedas. A partir de ahí, la iniciativa busca respaldar el activo digital en plazos fijos que abrirá el gobierno en distintas entidades financieras, dinero que servirá de base para el funcionamiento de la cripto misionera.

Pero además, la nueva normativa impulsa la comercialización de bonos verdes, los cuales se obtendrán de las mediciones de carbono almacenado en la selva paranaense, que se extiende por una superficie de 1 millón de hectáreas, hogar del 52% de la biodiversidad del país.

En la misma línea, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, propuso un proyecto meses atrás para crear un "peso digital Norte Grande". 

La criptomoneda, según el mandatario, puede nuclear varias provincias para atraer a inversores para que compren riesgo empresario "digital" y llevar ese dinero a la minería, al agro y a la explotación de recursos naturales.

La idea obsesiona a los funcionarios catamarqueños: el ministro de economía de la provincia, Sebastián Beliz, buscó fundar un Consejo Federal de Inversiones (CFI) para analizar criptoactivos el año pasado, pero la propuesta no obtuvo el visto bueno del ministro de Economía, Martín Guzmán.

La Rioja y Córdoba no se quedan atrás. Ambas ya cobran impuestos sobre las criptomonedas y también evalúan la conveniencia de un proyecto de este tipo.

En los últimos años, algunos municipios probaron suerte con la criptomoneda propia. Se trata de tokens emitidos sobre la tecnología blockchain (que los hace seguros e imposibles de falsificar). Estos funcionan como los sistemas de fidelización de los bancos a través de puntos.

Los habitantes pueden recibir recompensas por su buen comportamiento en la comunidad y puede aplicar esos token a la compra de productos o descuentos.

En 2019, Marcos Paz emitió su "activo Marcos Paz" que funciona como billetera municipal y no puede ser canjeado por dinero. A través de esa aplicación, se recompensan con créditos digitales ciertas conductas sociales positivas.

Por su parte, el municipio Jesús María hizo algo similar que fue desarrollado por la empresa Pago TIC. La localidad retribuye con token (que funcionan como puntos) a los contribuyentes cumplidores.  |