Ya no es necesario que se escondan. Los vendedores ilegales de medicamentos se instalan a plena vista de todos los transeúntes, en las ferias libres, cada domingo, incluso vociferando su oferta.
Lo mismo ocurre en las calles de cada comuna de Chile. La venta ambulante ya no se limita a alimentos, ropa o accesorios para celulares, sino también a estos productos, muchos de ellos que solo se pueden adquirir con receta médica.
Dentro de cajas de plástico o sobre un paño en la vereda, decenas de vendedores ambulantes ofrecen relajantes musculares, remedios para controlar la presión arterial o antibióticos.
Es un fenómeno que se intensificó después del término del confinamiento por la pandemia y el aumento del comercio ambulante. Al no existir una fiscalización más estricta, muchos comerciantes encontraron un buen negocio en la venta de medicamentos en la calle.
10 millones de pastillas
El Instituto de Salud Pública (ISP) es el encargado de fiscalizar la venta de medicamentos en el país y en el último año realizaron 174 decomisos solo en la capital, logrando incautar 10 millones de pastillas.
Esto equivale a un incremento del 1000% respecto al año 2021. También hubo una indagatoria contra farmacias independientes, ya que se descubrió que algunas de ellas vendían estos productos a los ambulantes.
Fue así que el año pasado el ISP decretó el cierre de 5 farmacias por venta al por mayor de estos productos de los cuales se abastecen quienes venden en la calle, las ferias o en las estaciones del Metro, como es el caso de Santiago.
Autoridades sanitarias instaron a las personas a no comprar en la calle. Puede que algunos de estos medicamentos sean más baratos que en las farmacias, pero podrían traer graves consecuencias a la salud.
“Hacemos un llamado a las personas a no comprar sus medicamentos en ferias libres o redes sociales, porque podrían estar tomando un producto completamente distinto o cuyos principios activos están degradados debido a que han estado expuestos a temperaturas extremas, humedad, lo que puede traer serios daños a la salud de las personas”, explicó Heriberto García, director (s) del ISP.
Ranking de medicamentos
El ISP además entregó una lista de los medicamentos que más se decomisaron el año pasado.
En el primer lugar está la Ciclobenzaprima, un relajante muscular que muchas personas utilizan para poder dormir mejor. Le sigue el Losartán potásico, que se vende solo con receta médica y está indicado para pacientes con presión arterial alta.
En tercer lugar, está la Prednisona, un medicamento que se vende con receta detenida y es un antiinflamatorio.
Otros medicamentos son antibióticos, analgésicos y antihistamínicos. Lo que tienen en común es que para adquirirlos se necesita una receta médica, por lo que muchas personas optan por automedicarse y los compran de manera ilegal.
Esto ha significado también que el robo a camiones que transportan medicamentos también se haya incrementado. Según lo reportado por los laboratorios y las cadenas de farmacias al ISP, este delito aumentó un 433% durante el 2022.
Ante esta situación, un grupo de senadores anunció el ingreso de un proyecto de ley que aumente las sanciones contra el comercio ilegal de medicamentos.
“Ingresaremos un proyecto de ley con firmas transversales que busca agravar con penas de hasta 5 años de cárcel para quienes comercialicen ilícitamente medicamentos, también para prescriptores médicos vinculados a la desviación de medicamentos hacia el comercio irregular”, dijo el senador socialista Juan Luis Castro, quien además preside la Comisión de Salud.
Actualmente la ley solo sanciona la comercialización ilegal de medicamentos como psicotrópicos y estupefacientes, por lo que no es posible detener y perseguir penalmente a las personas que venden estos productos en la vía pública.