"Me uno a ellos para reiterar mi llamado al Congreso: hagan algo", tuiteó, por su parte, el presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, en apoyo a las protestas programadas en Washington y más de 400 ciudades por el movimiento antiarmas March for Our Lives (marcha por nuestras vidas).
El 24 de mayo, un joven de 18 años mató con un rifle de asalto semiautomático a 19 niños y dos profesoras en una escuela primaria de Uvalde, en Texas, cerca de la frontera con México. Este tiroteo escolar, el de mayor cantidad de víctimas en casi una década, se produjo apenas diez días después que un autoproclamado supremacista blanco de la misma edad matara a tiros a diez personas, principalmente afroestadounidenses, en un supermercado de Buffalo, en Nueva York.
Estas últimas masacres, y los cientos de tiroteos que no aparecen en los titulares, renovaron los reclamos de mayores restricciones en un país donde estos ataques aumentaron más del 50% el año pasado, según el FBI.
"Es hora de volver a las calles", pidió March for Our Lives, el movimiento fundado por víctimas y sobrevivientes de la masacre en la escuela secundaria de Parkland, en el sureño Florida, que ya había organizado en marzo de 2018 una multitudinaria protesta en Washington.
Con pancartas en la que se leía "Tiroteo diario es un problema diario", "Se puede sustituir a los senadores, pero no a los niños" o "Es hora de actuar", miles de manifestantes desfilaron este sábado por el centro de la capital, donde fue desplegado un importante dispositivo policial.
"Las injusticias que vemos en el diario están siendo ignoradas descaradamente por los congresistas. Los gritos de los niños de la nación se pueden escuchar en todo el mundo, y ustedes eligen hacer la vista gorda y hacer oídos sordos a las vidas que se están quitando", dijo Trevon Bosley, miembro de March for our Lives, en la convocatoria.
“Su trabajo es representar y servir a todas las personas que llaman hogar a este país, y hasta ahora nos han demostrado que solo representan los bolsillos de quienes donan más a su campaña”, agregó Bosley, citado por la cadena CNN.
Un mensaje reiterado también por David Hogg, miembro del movimiento y sobreviviente del tiroteo en la escuela de Parkland, que consideró que las personas más divididas del país son "los 100 senadores en el Capitolio".
"Tenemos republicanos y dueños de armas con nosotros. Todos queremos un cambio. O se unen detrás de los cambios que estamos exigiendo o no los votaremos porque todos estamos de acuerdo -los de izquierda y los de derecha, los propietarios de armas y los que no tienen- en que debemos tomar medidas para salvar vidas ahora", exhortó ante la multitud.
Sobre el césped que rodea al mítico obelisco capitalino, decenas de miles de jarrones con flores blancas y naranjas fueron instalados en referencia a las 45.222 personas asesinadas con armas de fuego en el último año.
En tanto, Biden retomó este sábado los elementos de un apasionado discurso pronunciado tras la matanza en la escuela de Uvalde e instó a los legisladores a "aprobar leyes de sentido común sobre la seguridad de las armas de fuego".
El gobernante demócrata volvió a enumerar las reformas que espera del Congreso: prohibir la venta libre de rifles de asalto y cargadores de alta capacidad; fortalecer los controles de antecedentes, incluidos psicológicos, de los compradores; exigir a los civiles que mantengan sus armas bajo llave; fomentar la denuncia en casos de temores de potenciales acciones; y hacer que los fabricantes de armas rindan más cuentas ante el Estado.
"No podemos volver a traicionar al pueblo estadounidense", escribió en su cuenta de Twitter. Biden reiteró su promesa de tomar medidas contra la violencia con armas de fuego que los sucesivos gobiernos han sido incapaces de frenar.Sin embargo, la posibilidad de sancionar leyes que limiten la cláusula constitucional que permite la libre portación de armas en Estados Unidos es casi nula por la composición de las cámaras del Congreso.
La Cámara de Representantes votó el miércoles a favor de prohibir la venta de rifles semiautomáticos y de cargadores de alta capacidad a menores de 21 años, entre otras cosas. Pero la iniciativa tiene pocas posibilidades de ser refrendada por el Senado, donde la limitada mayoría oficialista es insuficiente para sacarla adelante y se enfrenta al bloqueo de la oposición republicana, que rechaza cualquier restricción contra los "derechos constitucionales de ciudadanos respetuosos de la ley". Representantes de ambos partidos comenzaron a reunirse para intentar encontrar un texto de compromiso que pueda reunir la mayoría necesaria.|