Largas filas para ingresar, zonas de evacuación ocupadas y accesos bloqueados fueron algunas de las irregularidades que reportaron los espectadores del primero de dos conciertos sinfónicos de Ricky Martin en la Quinta Vergara, que se realizaron el 3 y 4 de diciembre.
Francisca Báez compró entradas para galería y llegó a las 18 horas cuando se abrían las puertas del recinto. “Era tal la desorganización que nos demoramos una hora solamente en entrar”, cuenta.
Ella logró ubicarse en la zona central de galería y ver el show sin problemas, pero quienes llegaron después se encontraron con extensas filas para ingresar.
Según lo que publicaron algunos asistentes en sus redes sociales, la organización estableció una fila única. Esto provocó que las personas tuvieran que esperar una hora o más para entrar a la Quinta.
Una vez adentro, existían otros controles para dividir al público de acuerdo a su ubicación, en un recinto que tiene una capacidad para más de 13 mil personas.
A una hora del inicio del show, la fila se extendía por dos cuadras. Cientos de asistentes seguían esperando a pocos minutos de comenzar el concierto.
Accesos bloqueados
“Había muchos guardias, pero la organización estuvo pésima. En la galería se notó la sobreventa de entradas porque había personas ubicadas en las escalas de acceso. Yo no pude ni siquiera ir al baño”, asegura la espectadora consultada por N&P Chile.
La lentitud del ingreso y el hecho de que muchas personas llegaron sobre la hora provocó un verdadero caos en los controles interiores de la Quinta. Ante la angustia de no poder ver el concierto, algunos se instalaron en las zonas de evacuación y en las escaleras de acceso.
La situación fue denunciada de manera sistemática en redes sociales por varios espectadores del concierto, quienes recalcaron los peligros de bloquear los accesos en caso de una emergencia.
Sin embargo, el caos no pareció haber afectado el show de Ricky Martin que se desarrolló sin problemas.
Capacidad autorizada
Multimúsica, la productora a cargo del evento, descartó la denuncia sobre una posible sobreventa de entradas.
“Se vendieron las capacidades autorizadas por todos los estamentos, que es la misma utilizada para el Festival de Viña del Mar y con el mismo expendedor de boletos”, asegura Jorge Ramírez, director ejecutivo de Multimúsica.
Sobre los problemas al ingreso del recinto Ramírez explicó que, debido a la masividad del evento, las autoridades exigieron un riguroso control y esto habría provocado un acceso más lento.
“El segundo día pudimos mejorar y el ingreso fluyó normalmente. Tenemos que considerar que la producción fue como un mini festival, un evento muy grande”, dice el representante de la productora.
Lo ocurrido el sábado en la Quinta Vergara hace recordar otros eventos en Chile donde la organización toma decisiones que terminan perjudicando a los espectadores.
Algo de ello fue lo ocurrido hace tres semanas en el Music Bank Festival, show que reúne a varios artistas surcoreanos y que se desarrolló en Santiago.
El evento se canceló sobre la mitad debido a una tormenta eléctrica que, según la productora a cargo, Noix, amenazaba la seguridad de los grupos y de los mismos espectadores.
Sin embargo, este frente de tormenta estaba anunciado desde hacía días y la organización había asegurado que el concierto se realizaría de todas maneras. Muchos de los asistentes pidieron la devolución de las entradas e incluso el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) llamó a declarar a la productora por su responsabilidad en esta situación.